Para los rumores, mitos, bulos y medias verdades no hay excepciones: no hay temática que se les resista y que no sean capaces de "infectar". Desde el inicio, están preparados para intentar confundirnos. ¿Desde el inicio? Que sí, literalmente: desde el encontronazo entre el espermatozoide y el óvulo. En este artículo nos remontamos al origen, nunca mejor dicho, para explicar la verdadera progresión de este proceso: el porqué de que los espermatozoides no sean mini-superhéroes y por qué el óvulo no "se queda parado" esperando con los brazos abiertos al susodicho más fuerte.