Se cree que tanto diferencias en la capacidad de fecundación de los espermatozoides portadores del cromosoma sexual X o Y, que es el que determina el sexo, como en la capacidad de desarrollo de los embriones según sean femeninos o masculinos podrían ser determinantes en la proporción o equilibrio entre los sexos al nacer. Un estudio liderado por la embrióloga Beatriz Carrasco, del Servicio de Medicina de la Reproducción de Dexeus Mujer ha intentado desvelar la incógnita. Los resultados, se han publicado recientemente en la prestigiosa revista científica Reproductive Biomedicine Online (RBMO).