La endometriosis se define como la presencia de células endometriales fuera de la cavidad uterina. Se trata de un proceso benigno, crónico y de evolución incierta, que puede llegar a causar un dolor incapacitante para la mujer que la sufre. Actualmente, desconocemos la causa, aunque hay varias teorías. Sabemos que tener antecedentes familiares favorece la aparición de la enfermedad y también se está especulando sobre el papel que podrían jugar otros factores externos (dieta, sustancias ambientales, etc.) en su desarrollo.
Se trata de una enfermedad hormono-dependiente que, en general, empeora con los ciclos menstruales: la presencia de células del endometrio fuera del útero provoca que, cuando la paciente tiene una menstruación, de la misma manera que se produce un sangrado vaginal, los focos de endometriosis que están fuera del útero sufran las mismas consecuencias. El sangrado acaba produciendo la formación de un tejido cicatricial y una fibrosis que suele ser la causa del dolor. De este modo, se explica por qué en el embarazo las pacientes mejoran la sintomatología, dado que el ciclo menstrual queda anulado.
Aunque se calcula que la endometriosis afecta aproximadamente al 10% de las mujeres en edad fértil, es probable que este porcentaje sea mayor, ya que se trata de una enfermedad a menudo infradiagnosticada. Además, los casos en que la paciente sufre esterilidad o dolor pélvico crónico asociado, las cifras se sitúan alrededor de un 70%. En nuestro centro tenemos una Unidad de endometriosis que se creó hace 10 años, y cada año diagnosticamos y operamos más casos. Del 2012 al 2016 se ha doblado el número de visitas de pacientes afectadas por esta enfermedad que ha recibido nuestro equipo, y sólo en el año 2016 en recibimos más de 1.300.
Actualmente, nos encontramos con un doble problema: con el retraso de la edad en la maternidad, la paciente con endometriosis consulta también por esterilidad. Si es necesario retrasar la maternidad, por motivos personales, recomendamos hacer alguna técnica de preservación de fertilidad.
Otro problema, es el retraso en el diagnóstico de las pacientes: entre 6 y 8 años aproximadamente. Los especialistas a menudo nos encontramos con pacientes que han ido alrededor de consultorio en consultorio, visitadas por todo tipo de especialistas: ginecólogos, digestólogos, cirujanos generales, psiquiatras, médicos internistas, de familia, etc. Son pacientes que ya sufren las consecuencias psicológicas de convivir día a día con un dolor crónico que ha sido catalogado como "normal".
Al ser una enfermedad que también puede afectar órganos extra ginecológicos, como son el intestino, los uréteres o la vejiga, es importante contar con un equipo multidisciplinar y especializado en la enfermedad, desde las personas involucradas en el diagnóstico hasta ginecólogos especialistas en laparoscopia avanzada, urólogos y cirujanos generales. El diagnóstico es fundamental: el objetivo es llegar a conseguir la máxima información posible de la extensión de la enfermedad, evitando sorpresas cuando se haya indicado una cirugía. Pero no todas las pacientes son candidatas a un tratamiento quirúrgico. A grandes rasgos, la tendencia actual es la de reservar la cirugía en pacientes que no mejoren con tratamiento médico o tengan una importante afectación ovárica, intestinal o de vías urinarias y vejiga.
Hoy en día no disponemos de ningún medicamento que haga desaparecer los focos de la enfermedad, pero muchas pacientes se pueden beneficiar de los anticonceptivos hormonales combinados ya que, en muchos casos, frenan la progresión de la enfermedad. En la consulta lo que hacemos es tratar cada caso de forma individualizada. Se deben tener en cuenta las características y los deseos de la paciente, el grado de sintomatología y la extensión de la enfermedad y establecer la mejor estrategia terapéutica de la que se pueda beneficiar la paciente. Nuestro trabajo implica empatizar con ellas, escucharlas, tranquilizarlas y encontrar una solución. No sólo se trata de hacer un correcto diagnóstico, sino de buscar la manera de mejorar la calidad de vida de estas pacientes.