La endometriosis puede ser en ocasiones asintomática y, otras muchas, los síntomas pueden parecer 'normales', como el sangrado abundante durante el periodo o los fuertes dolores menstruales. Por ello, a menudo la enfermedad no se diagnostica hasta que el dolor se hace insoportable, o hasta que la mujer que la padece intenta quedarse embarazada. Como explica el Dr . Pere N. Barri Soldevila, responsable de la Unidad de Endometriosis de Salud de la Mujer Dexeus, "la endometriosis produce básicamente dos problemas: dolor e infertilidad". Y es que entre un 30 y un 40 % de las mujeres con endometriosis tienen algún problema para concebir ligado a la enfermedad.
Tejido desplazado
Pero, ¿qué es exactamente la endometriosis? Se trata de una dolencia por la que el tejido que recubre el interior del útero crece en otras zonas del área abdominal. Fuera del útero, las células de dicho tejido pueden formar placas o quistes que causen dolor o afecten a la fertilidad. Aunque aún se desconocen las causas que provocan ese desplazamiento de tejido, hay estudios que apuntan que el aumento de la incidencia de la enfermedad puede estar ligado a factores ambientales propios de las sociedades industrializadas.
Un tratamiento adaptado
"Se estima que más de un 20 % de mujeres en edad fértil puede sufrir algún grado de endometriosis", señala el Dr. Barri. Sin duda, un porcentaje nada desdeñable para una dolencia específicamente femenina para la que no existe un tratamiento que sea válido en todos los casos. Desde analgésicos hasta cirugía, el tratamiento variará según la paciente, pero, en todos los casos, un diagnóstico precoz es la mejor garantía para controlar la enfermedad.