Los 'padres' del primer bebé probeta piden una reflexión sobre la edad de tener hijos | La Vanguardia
17/02/2017

La Vanguardia

Mujeres por encima de los 40 años que en casi la mitad de los casos necesitan un óvulo donado para lograr un embrión, y que en un tercio de todos los casos requieren un diagnóstico genético preimplantacional para descartar alteraciones cromosómicas. Ese es el actual perfil mayoritario de las pacientes que acuden a las diversas técnicas de reproducción asistida que ofrecen centros punteros y pioneros como Dexeus Mujer. "Necesitamos un debate en la sociedad. Tenemos que plantearnos hasta qué momento hay que usarlas", apuntaron dos de los padres de los primeros bebés probeta españoles, Pere Nolasc Barri y Anna Veiga.

Lo dijeron en un acto de su fundación ante la primera mujer nacida de una fecundación in vitro, la inglesa Louise Brown (1978), agente de aduanas y hoy madre de dos hijos, y Victoria Anna Perea, el primer logro del equipo Dexeus en 1984, directora de cuentas en una empresa de publicidad. Y ellas coincidieron en defender la bonanza de esas técnicas en continua evolución que las ayudaron a nacer y que logran hoy solucionar complejos problemas de salud, "pero sin confundir los objetivos", recalcó Victoria Anna.

Salud de la Mujer Dexeus celebraba ayer la entrega de sus premios internacionales, que en esta ocasión otorgó a estas dos protagonistas de un desarrollo técnico y clínico que ha permitido el nacimiento a unos seis millones de personas en el mundo. "Pero es aberrante que se considere un logro médico que una mujer de 64 años dé a luz gemelos", dijo con rotundidad Anna Veiga, directora de investigación del equipo de Dexeus, en referencia al último caso conocido en Burgos. "El organismo no está preparado para soportar un embarazo en ese momento de la vida", advirtió Barri. "Deberíamos ser más conscientes de que nuestra capacidad reproductiva es muy pobre", aclara el ginecólogo. "Apenas un éxito del 20% al mes en parejas jóvenes".

Por eso creen que las niñas y los niños tendrían que saber que la vida reproductiva de las mujeres tiene un tiempo. "El trabajo, el estudio, nada debería ser un obstáculo para que las mujeres decidieran ser madres en su mejor momento reproductivo", defendió Anna Veiga. "Preservamos óvulos de mujeres que han de aplazar su maternidad por los más diversos motivos -la demanda se ha multiplicado por diez-, pero cuando no hay una causa patológica, como tener que someterse a quimioterapia o a radioterapia, tenemos que plantearnos si hay un límite para usarlos".

Las técnicas que están en desarrollo permitirán corregir situaciones como la malformación o la falta del útero mediante un trasplante; la manipulación de embriones para evitar alteraciones; la generación de óvulos y espermatozoides a partir de células madre; o la corrección genómica. Ese es el futuro cercano. El presente se basa en unas técnicas de reproducción consolidadas que mejoran resultados y amplían posibilidades. Pero con una tendencia, creciente y sin cambios a la vista, de retrasar más y más la edad de tener hijos. "Deberíamos ser capaces de frenar ese fenómeno", concluyó Barrí.