El grupo de trabajo COVID-19 de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (European Society of Human Reproduction and Embriology, ESHRE), que coordina la Dra. Anna Veiga, directora de I+D del Área de Biología del Servicio de Medicina de Reproducción de Dexeus Mujer, ha publicado un documento en el que da luz verde al restablecimiento de los tratamientos de reproducción asistida, indicando, no obstante, que los centros que los realicen deberán ajustarse a una serie de directrices básicas que establece, tanto para minimizar los riesgos, como para asegurar las buenas prácticas médicas, en la clínica y en el laboratorio. Estas recomendaciones, además, deberán someterse a la normativa y medidas gubernamentales que cada país haya establecido, a nivel local y nacional, ante la pandemia de la COVID-19.
La publicación de este documento, que se puede consultar online, responde a la detección de una cierta estabilización en la pandemia. Pero advierte que la vigilancia y las medidas de seguridad deben mantenerse firmes para proteger tanto a los profesionales médicos como a los pacientes. De acuerdo con este informe, los expertos de la ESHRE establecen seis directrices básicas que deberán seguir los centros que ofrezcan tratamientos de reproducción asistida:
- Acuerdo médico previo y consentimiento del paciente antes de iniciar cualquier tratamiento
- Selección de los pacientes del equipo médico que va a tratarlos
- Servicios de asesoramiento y acceso a información sobre riesgos y medidas de prevención frente al COVID-19 dirigida a los pacientes
- Adaptación de los servicios de reproducción asistida y del personal sanitario a las medidas preventivas y de seguridad establecidas de forma oficial frente a la COVID-19
- Planificación de los ciclos en función del tipo de tratamiento que se vaya a realizar
- Código de buena conducta que deberán seguir el personal médico y los pacientes
En general, el objetivo de este documento es servir de guía para optimizar la práctica de estos tratamientos, tanto desde el punto de vista del profesional como también para que el paciente esté debidamente informado sobre los riesgos que implica realizarlo en el contexto actual de la pandemia, así como para minimizarlos, Por ello en el primer punto se advierte que es fundamental que se ofrezca al paciente la posibilidad de aplazar la realización de su tratamiento. Y, en el caso de que decida llevarlo adelante, deberá ser muy bien documentado su consentimiento.
Otro de los aspectos que destaca el documento es la necesidad de realización de test para detectar el estatus de la infección, tanto en los profesionales como en los pacientes; la aceptación por parte de los pacientes de no continuar con el tratamiento en el caso de que se confirme la infección, la recomendación de evitar al máximo el contacto físico innecesario durante la ejecución de los tratamientos y de promover las videoconferencias y el trabajo en equipos reducidos.
Por otra parte, se aconseja la restricción al máximo de posibles acompañantes, y una actitud responsable por parte de los pacientes y del equipo médico, que incluye restringir las actividades sociales e informar y confirmar de forma regular que se encuentran en buenas condiciones de salud durante el tratamiento. En cuanto a las prácticas de laboratorio, en el caso de detectar que el paciente tiene síntomas de COVID -19 se aconseja la congelación de todos los embriones obtenidos, con el fin de aplazar la transferencia, y almacenar el material biológico potencialmente positivo de COVID-19 en tanques de vapor de nitrógeno y/o pajuelas de congelación de alta seguridad.
El grupo de trabajo COVID-19 de la ESHRE que ha elaborado este documento está constituido por embriólogos y clínicos expertos en Reproducción Asistida de distintos países, miembros de ESHRE con activa participación en la Sociedad.
En España, tanto la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) como la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR) han ofrecidos recomendaciones útiles, que se pueden consultar online en la web de la SEF.