Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 800 mujeres mueren cada día por causas relacionadas con el embarazo y el parto. Casi 300.000 al año, 35 cada hora. La mayoría en países en desarrollo o que se encuentran en situación de emergencia -por conflictos armados, desastres naturales o crisis humanitarias-, y porque no recibieron la atención médica que necesitaban, por lo que sus muertes podrían haberse evitado. Por cada una que muere, 30 se quedan con secuelas, como esterilidad o fístulas obstétricas. Además, se enfrentan a muchas amenazas más para su salud: violencia sexual y de género, abortos no seguros, enfermedades como la malaria o la tuberculosis infecciones de transmisión sexual, como el Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o el Virus del papiloma humano (VPH), y otros problemas relacionados con la salud reproductiva.
Para dar visibilidad a este problema, y a la inequidad que actualmente existe en la atención médica a la salud sexual y reproductiva de la mujer a escala global, la Fundación Dexeus Mujer ha reunido hoy a un grupo de expertos de diversas ONG que llevan años trabajando sobre el terreno, con el fin de dar a conocer cuáles son los principales retos a los que nos enfrentamos actualmente en este ámbito, y qué tipo de acciones pueden ser las más efectivas para ofrecer soluciones.
En la mesa redonda han participado Sonia Guinovart, referente de Obstetricia y Ginecología de Médicos Sin Fronteras, MSF España, Clara Menéndez, directora de la Iniciativa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva del Instituto de Salud Global de Barcelona, ISGlobal, José M. Carrera, fundador de Matres Mundi. Pere Barri Soldevila, coordinador de la Sección Quirúrgica de Dexeus Mujer, y Alberto Rodríguez Melcón, jefe de la Sección clínica del Servicio de Obstetricia de Dexeus Mujer.
El encuentro se ha organizado con motivo de la XIV edición del Premio Fundación Dexeus Mujer que cada año concede la Fundación a una entidad, institución o personalidad que haya destacado por su trayectoria o contribución en el campo de las Ciencias de la Salud, especialmente referidas a la mujer y particularmente en el ámbito de la Obstetricia, la Ginecología y la Medicina de la Reproducción. Este año, el Premio Fundación Dexeus Mujer se ha otorgado a Médicos sin Fronteras (MSF) por los más de 250 programas de atención a la salud sexual y reproductiva que ha puesto en marcha a escala global. El premio será recogido por el presidente de MSF España, David Noguera, durante un acto que tendrá lugar esta tarde a las 19:00h en el auditorio del Hospital Universitario Dexeus (C/Sabino Arana, 5-19, Barcelona). En el acto de entrega de este premio, también se darán a conocer los ganadores de las becas de apoyo a la investigación que la Fundación Dexeus Mujer entrega cada año. El importe de cada una de las becas es de 3.000 €, y se conceden en cinco categorías: Medicina Materno Fetal. Ginecología General, Ginecología Oncológica y Mamaria, Ciencias Básicas y Medicina de la Reproducción.
Principales causas de mortalidad
Las principales causas de la mortalidad materna relacionadas directamente con el embarazo y el parto y responsables de hasta el 75% de todas las muertes son las hemorragias posparto (27%), los trastornos hipertensivos (14%), infecciones (11%), las complicaciones provocadas por los abortos en condiciones no seguras (8-13%) y las obstrucciones de parto (9%). El 25% restante se deben a causas indirectas que se ven agravadas por la gestación, como trombosis, embolismo, malaria, e infecciones provocadas por el VIH. “En el 2017, 1.309 comadronas y 142 ginecólogos de MSF han trabajado directamente sobre el terreno en diversos programas de atención a la salud sexual y reproductiva y en todos ellos se ha demostrado que intervenciones con métodos sencillos y económicos, llevadas a cabo por personal capacitado, pueden salvar la vida de muchas mujeres”, afirma Sonia Guinovart, referente de Obstetricia y Ginecología de MSF España. “Además, el hecho de que la madre muera aumenta el riesgo de muerte de su bebé. En el 2015, 2,7 millones de recién nacidos murieron antes de cumplir el primer mes de vida, también por causas que se podrían prevenir”, añade Sonia Guinovart.
Los problemas en el ámbito de la salud sexual y reproductiva pueden aumentar en un futuro a escala global, ya que según datos facilitados por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), de los más de 65 millones de desplazados reportados en el 2016, un 49% son mujeres y un 51% son menores de 18 años, que son los colectivos más vulnerables. Los focos que actualmente concentran una situación más preocupante se centran en Siria, Yemen, Irak, República Democrática del Congo, Sudan del Sur y la crisis de los rohingyas.
Iniciativas en marcha
Según ISGlobal, a pesar de los avances que se han hecho en los últimos años y que han permitido reducir la tasa de mortalidad materna un 44% entre el 1990 y el 2015, la falta de información y de datos fiables sobre las causas de la mortalidad de las mujeres en edad reproductiva provoca que se subestime la magnitud real del problema y continúa dificultando los progresos en esta área. Por este motivo, ISGlobal desarrolla diversas líneas de investigación con el fin de identificar esas causas y recabar información para diseñar estrategias de salud específicas para áreas concretas, como la prevención y el control de la malaria durante el embarazo; el VIH, la identificación de las causas de la mortalidad materna en el África Subsahariana, la capacitación de los responsables de la salud materno-infantil en los países de mayor carga de muerte y enfermedad, o la prevención del cáncer cervical, el segundo más común en mujeres de todo el mundo.
“Desde el ámbito de la investigación contribuimos a reducir las desigualdades en salud materna e infantil, por un lado, aportando información fundamental para priorizar las políticas de salud y datos que aún desconocemos sobre la situación de las mujeres en el mundo y, por otro, adaptando intervenciones ya conocidas, eficaces y probadas en nuestro país desde hace décadas en contextos con menos recursos. Acabar con la desigualdad en el acceso a la atención sanitaria básica es clave para conseguir los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) relacionados con la salud materna e infantil. Como ejemplo, en 2018 casi la mitad de las mujeres en África Subsahariana no tendrán acceso a un parto atendido por un profesional o a planificación familiar. Solo conseguiremos cumplir los ODS si nos focalizamos en las necesidades de los grupos de mujeres más vulnerables en los países de menos rentas”, destaca Clara Menéndez, directora de la Iniciativa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva de ISGlobal, que en el 2013 fue distinguida con el Premio Fundación Dexeus Mujer.
Otra ONG que lleva tiempo trabajando en este ámbito es Matres Mundi, creada en 1996. A diferencia de otras ONG, Matres Mundi se dedica de forma exclusiva a la salud materno infantil y fue fundada y constituida por profesionales que trabajan en este ámbito. Unos de sus objetivos es impulsar la formación del personal sanitario de los países en los que hay más carencias en este ámbito, una labor para la que cuenta con el apoyo de la sociedades científicas internacionales de Medicina Perinatal. Desde sus inicios, ha desarrollado proyectos en más de 20 países.
“Por cada mujer que en nuestro país muere debido al embarazo o el parto, en África subsahariana mueren 90, y por cada cinco recién nacidos que mueren en Europa, en África mueren 100 y en algunas zonas 160. Mientras en Europa tenemos un médico por cada 350 habitantes, en África Subsahariana tienen un médico por cada 30.000 habitantes, y en algunos lugares uno por cada 50.000”, explica. Jose M. Carrera, fundador de Matres Mundi y antiguo jefe del Servicio de Obstetricia de Dexeus Mujer. “Para atajar esta situación es fundamental aumentar sustancialmente el número y la formación del personal sanitario local en salud materno infantil”. En este sentido, y a través de la iniciativa “Life for Africa”, uno de sus proyectos más destacados, Matres Mundi acaba de inaugurar un Hospital Escuela de Medicina Perinatal en Addis Abeba (Etiopía) “que pronto iniciará sus actividades asistenciales y de formación al personal local”, explica el Dr. Carrera. “Calculamos que a través de esta iniciativa podremos formar a más de 140 profesionales sanitarios cada año, cuya labor podría evitar la muerte de 400 mujeres y 3.500 recién nacidos”, añade.
En 2010 la OMS recomendaba que todos los países tuvieran al menos un médico por cada 1.000 habitantes. Pero actualmente un 44% de los países no alcanza esa cifra y casi la mitad cuenta con menos de tres enfermeros o comadronas por cada 1.000 habitantes. África sufre el 24% de la carga mundial por enfermedad, pero solo dispone del 3% del personal sanitario mundial. “Además, en las últimas décadas se calcula que un millón de médicos formados en África han emigrado a América y Europa” explica el Dr. Carrera.
Conscientes de esta realidad, La Fundación Dexeus Mujer puso en marcha en el año 2016 una misión humanitaria en la región de Atsimo-Atsinana de la isla de Madagascar, cuyo objetivo era proporcionar atención médica y quirúrgica de urgencia a la población local, y en especial a las mujeres. En esa zona solo hay un cirujano y 60 médicos generales para atender a más de 1.200.000 habitantes, y solo cuenta con un hospital público, al que la mayoría de los pacientes no puede acceder, porque no disponen de medios de transporte o no pueden pagar el coste de la asistencia, y menos todavía una intervención. La misión, liderada por el Dr. Pere Barri Soldevila, en la que también participó el Dr. Alberto Rodriguez Melcón y personal médico del Hospital Universitario Dexeus, se financió a través de una campaña de crowdfunding, y logró cumplir el reto de llevar a cabo más de 50 intervenciones quirúrgicas en solo dos semanas (principalmente fístulas obstétricas), además de contribuir a la formación del personal sanitario local.
Afortunadamente, la mortalidad infantil y materna ha mejorado considerablemente en muchas regiones del mundo en los últimos años, pero todavía sigue siendo una asignatura pendiente. De cara al 2030, el objetivo establecido por Naciones Unidas, en la Agenda de Desarrollo Sostenible, es lograr que la tasa de mortalidad materna sea inferior a 70 fallecimientos por cada 100.000 nacimientos (actualmente supera los 200 fallecimientos). Una meta difícil, ya que, para lograrlo, el ritmo actual de reducción de esa tasa debería ser de al menos un 7,5%, más del doble de la media registrada entre el 2000 y el 2015.