6 febrero, Día Internacional de Tolerancia cero con la Mutilación Genital Femenina
Con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (MGF), que se celebra el próximo domingo 6 de febrero en todo el mundo, la Fundación Dexeus Mujer ha dado a conocer los últimos datos del Programa de reconstrucción genital post ablación que ofrece de forma gratuita desde el año 2007. Este programa, que cuenta con el apoyo del Hospital Universitari Dexeus, se dirige a las mujeres inmigrantes que han sufrido una ablación en su país de origen y que residen en España, aunque también ha atendido, en algunos casos, a pacientes que viven en otros países de Europa. Desde su puesta en marcha y hasta 31 de enero de 2022, ha atendido a un total de 189 pacientes, y ha practicado la reconstrucción a 127 mujeres.
El Programa de reconstrucción genital forma parte de la labor de asistencia social de la Fundación Dexeus Mujer, y está liderado por el Dr. Pere Barri Soldevila, que fue el primer médico que realizó esta intervención en España. Su puesta en marcha fue una iniciativa pionera en nuestro país, que ha contribuido a dar visibilidad a este problema y a ayudar a muchas mujeres.
De las 127 que han sido intervenidas en nuestro centro hasta 31 de enero del 2022, 82 residen en Cataluña y representan un 64% del total. La mayoría viven en la ciudad de Barcelona y provincia (45), o en Girona y provincia (25), y un menor porcentaje en Lérida (11) y Tarragona (1). En el año 2021, hemos realizado 10 operaciones: 4 de ellas se practicaron a mujeres residentes en Cataluña (3 de Barcelona y provincia, y 1 de Lérida). El resto son pacientes procedentes de otras comunidades autónomas de España (Madrid, Baleares, Canarias y Aragón). En lo que llevamos de año, y justo esta semana, hemos operado a una paciente más que reside en Lérida.
Por países de origen, un 25% han nacido en España, un 25% en Senegal, un 10% son de Gambia y un 9% de Mali. El resto proceden mayoritariamente de otros países africanos, como Costa de Marfil, Guinea, Guinea-Bissau, Nigeria, Burkina Faso, Etiopía, Sudán, Egipto, Ghana y Kenia.
“A pesar de la pandemia, y al igual que en el 2020, nuestro Programa de Reconstrucción genital ha continuado funcionando con absoluta normalidad, y en nuestro centro hemos seguido realizando estas intervenciones en los casos en los que ha sido necesario, así como ofreciendo acompañamiento psicológico a todas las pacientes”, explica el Dr. Pere Barri Soldevila. “Hay que tener en cuenta que el proceso que han vivido, en muchas ocasiones, ha sido traumático. Además, muchas de estas pacientes son muy jóvenes, la media de edad es de 28 años”, añade.
La intervención de reconstrucción genital post ablación dura unos 45 minutos y su objetivo es restituir anatómicamente el clítoris y otros órganos afectados, así como recuperar su aspecto y capacidad sensitiva, algo que se consigue en más del 75% de los casos.
Más de 3.600 niñas están en situación de riesgo en España
De acuerdo con el informe La Mutilación Genital Femenina en España, promovido por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y elaborado por la Fundación Wassu-UAB, más de 3.600 niñas que residen en nuestro país se encuentran en riesgo de sufrir la mutilación genital. Barcelona es la provincia con el número estimado de niñas en riesgo más elevado, con 746,14 niñas. La segunda es Girona (504,025), seguida de Madrid (335,065).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que actualmente hay en el mundo más de 200 millones de mujeres y niñas que han sido objeto de la MGF en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia donde se concentra esta práctica, que se considera una violación de los derechos humanos. En la mayoría de los casos se practican en la infancia, en algún momento entre la lactancia y los 15 años. Según la OMS, la MGF puede provocar dolor intenso, fiebre, inflamación de los tejidos genitales, hemorragias graves, problemas urinarios, infecciones como el tétanos, problemas menstruales, problemas vaginales y problemas sexuales, además de trastornos psicológicos. A largo plazo, también puede causar problemas de fertilidad, complicaciones durante el parto e incluso la muerte del bebé.