- El nacimiento de Victoria Anna tuvo lugar el 12 de julio de 1984 en el Instituto Universitario Dexeus de Barcelona, actualmente Dexeus Mujer. Fue un logro del equipo del Servicio de Reproducción, liderado por el Dr. Pedro N. Barri y las biólogas Dra. Anna Veiga y Dra. Gloria Calderón.
- Hoy en día la técnica se ha convertido en una práctica habitual gracias a los buenos resultados que ofrece y a su normalización social. Pero el proceso, el perfil de la paciente, las causas por las que recurre a la reproducción asistida y sus necesidades han cambiado de forma radical.
- El principal reto ahora es afrontar el retraso de la maternidad. En Dexeus Mujer y en solo diez años, los ciclos de FIV que requieren un diagnóstico genético preimplantacional para detectar posibles alteraciones cromosómicas en el embrión -en su mayoría por edad materna avanzada- se han multiplicado por 12, y los que requieren una donación de óvulos por 5.
- Actualmente hay en el mundo unos 12 millones de personas que han nacido con la ayuda de la reproducción asistida. En España solo en el año 2021 nacieron más 40.000, una cifra que representa el 11% del total de los nacimientos de ese año.
Barcelona, 4 de julio 2024.- El próximo 12 de julio se cumplen 40 años del nacimiento del primer bebé concebido por Fecundación in vitro (FIV) en España, Victoria Anna. Fue un logro del equipo de Dexeus Mujer de Barcelona -antiguo Instituto Universitario Dexeus- liderado por el Dr. Pedro N. Barri, presidente de la Fundación Dexeus Mujer y en aquel momento Jefe del Servicio de Reproducción, y las biólogas Dra. Anna Veiga y Dra. Gloria Calderón del Laboratorio de Fecundación in vitro.
En España marcó un antes y un después, ya que fue decisivo para impulsar el desarrollo de la medicina de la reproducción en nuestro país y dar esperanza a muchas familias con problemas de infertilidad que hasta entonces no tenían solución. Además, situó a España en la historia de la reproducción asistida mundial y a sus protagonistas entre la comunidad científica experta que lideraba los avances en esta área.
“Hay un aspecto que para nosotros ha sido muy importante y es que desde los inicios hemos sido un centro abierto a la formación de todos los demás grupos que se ponían en marcha en España. De hecho, de los 200 grupos que están trabajando en nuestro país, los más consolidados cuentan con profesionales que se han formado aquí”, explica el Dr. Pedro N. Barri.
Una especialidad que ha avanzado a pasos agigantados
Victoria Anna, que debe su segundo nombre a la Dra. Anna Veiga, Pesó 2,470 kg al nacer. La madre tenía un problema que dificultaba el embarazo. Pero una vez que este se estableció, “la evolución fue completamente normal, aunque realizábamos controles cada semana”, puntualiza el Dr. Pedro N. Barri.
Hoy en día la FIV se ha convertido en una práctica habitual gracias a los buenos resultados que ofrece y a su normalización social.” explica la Dra. Anna Veiga. Este hecho se debe al desarrollo de nuevas técnicas que han permitido optimizar los resultados, como la inyección intracitoplasmática, que permite inyectar directamente un único espermatozoide en el óvulo y que está indicada cuando hay alteraciones en el esperma que dificultan la fecundación; la vitrificación, que ha hecho posible la criopreservación de óvulos y embriones de forma mucho más eficiente y preservando al máximo su calidad, y el Diagnóstico genético preimplantacional (DGP), que permite detectar posibles alteraciones cromosómicas embrionarias y evitar la transmisión de enfermedades de origen hereditario a la descendencia.
En España, el nacimiento de Victoria Anna consolidó la implantación de las técnicas de reproducción asistida e impulsó la investigación en este ámbito. De hecho, el centro Dexeus Mujer consiguió otros hitos posteriores en los que también fue pionero en nuestro país, como el nacimiento por primera vez de un bebé procedente de un embrión congelado (1987), de una donación de óvulos (1988), libre de una enfermedad de origen genético gracias al Diagnóstico Genético Preimplantacional (1994) o a partir de una preservación de óvulos por cáncer de ovario (2012).
Por otro lado, gracias a las mejoras aplicadas en el cultivo y la selección embrionaria, en los últimos años se ha reducido el número de embriones que se transfieren en cada ciclo o tratamiento. Antes lo habitual era transferir 2 o 3 embriones a la paciente (se hacía en más del 80% de los casos), mientras que ahora se transfiere un único embrión en un 97% de los casos. Este hecho ha contribuido a reducir los embarazos múltiples y disminuir así el riesgo de que puedan surgir complicaciones durante el embarazo y el parto, así como en los recién nacidos.
Todo ello ha permitido también mejorar los resultados en cuanto a tasa de embarazo: la tasa de éxito de la FIV ha pasado de un 20-25% que tenía en la década de los 80`s, hasta el 50-65% que ofrecen actualmente los tratamientos.
El nuevo reto: afrontar el retraso de la maternidad
Según el International Committee for Monitoring Assisted Reproductive Technologies, actualmente hay en el mundo 12 millones de niños que han nacido con la ayuda de la FIV y otras técnicas de reproducción asistida (TRA). En España, y según los últimos datos publicados por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el número de bebés que nacieron en el 2021 con la ayuda de la medicina reproductiva superó los 40.000, una cifra que supone el 11% del total de los nacimientos que tuvieron lugar ese año.
El principal reto que deben afrontar hoy en día los especialistas es el retraso de la maternidad, que tiene un impacto importante en la fertilidad de las mujeres, porque afecta a la reserva ovárica y a la calidad de los ovocitos y reduce significativamente las probabilidades de lograr un embarazo. De hecho, las españolas están entre las madres más tardías de la UE. En España la edad a la que las mujeres tienen su primer hijo ha ido aumentando progresivamente desde el 2009 y actualmente se sitúa en 32,6 años, de media, mientras que la media de la UE es de 29,7. Por otro lado, el paso de los años también afecta a la fertilidad masculina y a la calidad del semen, un hecho que es importante tener presente, sobre todo si se tiene en cuenta que cada vez hay más hombres y mujeres entre 40 y 60 años que tras separaciones o divorcios anteriores inician una nueva relación con una persona con la que quieren tener descendencia.
De hecho, el perfil de la paciente de reproducción actual es muy distinto al de hace 40 años. En los años 80, era una mujer de unos 35 años de edad de media, con pareja, y en la mayoría de los casos tenía un problema de infertilidad asociado a una patología, como una obstrucción de las trompas de Falopio. Ahora, la edad media de la paciente de reproducción ha aumentado y en nuestro centro es de 39 años. Suelen ser mujeres con o sin pareja, que tienen problemas de infertilidad asociados, en muchos casos, a una edad avanzada para ser madre.
En los últimos diez años, el número de mujeres que son madres a partir de los 40 años ha aumentado un 27%. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el 2012 representaban un 6,2% del total, frente al 11% en 2022. En nuestro centro actualmente más del 50% de las pacientes que se someten a FIV tienen 40 años o más, mientras que en 1995 las pacientes de esa edad solo representaban un 11% del total.
Por este motivo, y desde hace unos años han aumentado los tratamientos de FIV en los que está indicado realizar un estudio genético en los embriones –la técnica se denomina Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP)– para detectar posibles anomalías cromosómicas (el riesgo de aumenta con la edad), así como los ciclos de FIV que requieren una donación de óvulos porque la paciente no tiene una buena reserva ovárica o sus óvulos no tienen la calidad necesaria para poder llevar adelante un embarazo y el nacimiento de un bebé sano. En nuestro centro y en los últimos años, el número de ciclos de FIV con indicación de DGP se ha multiplicado por 12, y los que requieren donación de óvulos por 5.
Por otro lado, y a diferencia de otros países de Europa donde la legislación es más restrictiva, la actual ley española de 14/2006 en materia de reproducción asistida permite acceder a estas técnicas a parejas heterosexuales y homosexuales (femeninas) y a mujeres sin pareja. En España también es posible recurrir a la donación de óvulos y esperma, así como congelar óvulos para posponer la maternidad. Este hecho ha permitido el desarrollo de nuevos modelos de familias -como las parejas de mujeres que optan por ser madres- y un aumento de la demanda de mujeres sin pareja que deciden emprender la maternidad en solitario.
Según datos de la SEF, desde el 2016 al 2020 los tratamientos por FIV realizados por mujeres sin pareja han pasado de representar un 4,4% a un 8% del total. Por otro lado, en los últimos cinco años, los tratamientos de ROPA o Recepción de ovocitos de la Pareja (una técnica que permite a las parejas de mujeres compartir la maternidad, de manera que una dona el óvulo que se fecunda y la otra gesta al bebé) se han multiplicado por 8 en nuestro centro.
De forma paralela, la preservación de la fertilidad -congelación de óvulos propios para posponer la maternidad- se ha disparado. En 2009 y en Dexeus Mujer, el 71% de estos tratamientos se llevaban a cabo porque tenían una causa médica asociada y solo en un 29% la causa eran motivos personales o profesionales. Actualmente, los que se realizan por motivos sociales representan el 87% y solo un 13% son por una causa médica.
Aun así, ni los avances en el ámbito de la reproducción asistida ni el desarrollo de nuevos modelos de familias han podido contrarrestar el impacto del retraso de la maternidad y los problemas de infertilidad que conlleva este hecho, que en nuestro país ha provocado un descenso progresivo de la natalidad y ha comportado que España se sitúe actualmente a la cola de la fecundidad en Unión Europea, con una de las tasas más bajas: 1,16 hijos por mujer.
Por este motivo, La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) ha presentado recientemente ante el Senado un documento consensuado con otras siete asociaciones médicas y agentes representativos del ámbito de la fertilidad y la salud reproductiva. Su objetivo es abrir un debate social y promover medidas políticas que contribuyan a atajar el alarmante descenso de la natalidad en España. El documento, denominado “Consenso sobre Natalidad y Salud Reproductiva en España”, analiza los factores que han conducido a la coyuntura actual y traza una hoja de ruta para tratar de revertir esta tendencia.