En nuestra sangre existe un tipo de células denominadas plaquetas, que además de ser las responsables de la coagulación, desempeñan un rol importante en la reparación de tejidos y la regeneración celular.
Cuando estas se activan, liberan los exosomas, unas pequeñas estructuras que contienen una gran variedad de componentes biológicos, como proteínas, lípidos y ARN. Estos agentes influyen en las células circundantes, promoviendo procesos regenerativos. Por ello pueden utilizarse para favorecer la curación y la reparación en diversas alteraciones y patologías ginecológicas.
Se trata de un tratamiento que aprovecha los componentes naturales del cuerpo, lo que reduce el riesgo de reacciones adversas y mejora la eficacia de la terapia.
En qué consiste
El tratamiento con exosomas autólogos derivados de plaquetas es una técnica ambulatoria basada en la aplicación intradérmica de estos agentes activos, que se obtienen a partir de una muestra de sangre de la paciente. El procedimiento se divide en varias fases.
- Extracción de sangre
El primer paso es la toma de una pequeña muestra de sangre del paciente. Esta sangre se procesa en un laboratorio especializado para extraer las plaquetas.
- Procesamiento de la sangre
En un laboratorio especializado, se procesan las plaquetas de la sangre mediante un proceso conocido como centrifugación. Este procedimiento separa las plaquetas.
- Obtención de los exosomas
Una vez obtenidas las plaquetas, estas se activan mediante un proceso controlado, lo que provoca la liberación de los exosomas.
- Aplicación del tratamiento
Los exosomas autólogos derivados de plaquetas se aplican en el área afectada mediante una técnica mínimamente invasiva por medio de inyecciones locales.
¿Para qué es indicado el tratamiento?
- Atrofia vulvovaginal.
- Liquen escleroso vulvar.
- Eccema.
- Psoriasis.
- Cicatrices.
- Erosiones/ulceras vaginales o vulvares.
Resultados esperados y ventajas
- El tiempo en el que se pueden observar los resultados puede variar dependiendo de varios factores, como la respuesta individual del paciente, la gravedad de la patología y el protocolo específico utilizado por el médico. Las primeras señales de mejora pueden aparecer alrededor de 2-4 semanas después del tratamiento.
- Tratamiento ambulatorio: se realiza en consulta.
- Indoloro: solo requiere la aplicación de un anestésico local en crema.
- Recuperación: el procedimiento es generalmente rápido, aunque requiere un seguimiento posterior para evaluar la respuesta.
Preguntas frecuentes
¿Qué riesgos comporta esta técnica?
Los riesgos son mínimos, aunque pueden producirse hemorragias, equimosis , hematomas, e infecciones. También pueden producirse complicaciones derivadas del procedimiento anestésico (tópico o local).
¿La extracción de sangre es similar a la de una analítica normal?
Sí, es igual.
¿Hay que hacer más de una extracción?
Solo en los casos en que no se logre obtener la muestra con la primera toma.
¿Hay que estar en ayuno antes de la extracción?
No, es preferible no estar en ayuno.
¿En qué casos se considera especialmente indicada o una buena alternativa frente a otros tratamientos regenerativos?
En caso de afecciones inflamatorias de la piel o cualquier proceso que necesite una regeneración tisular, como líquenes, atrofia vulvovaginal, resistencia a tratamientos médicos habituales o cicatrización de heridas, foto y crono‐envejecimiento, dermatitis atópica y psoriasis.
¿Cuántas sesiones se pueden hacer?
Hay que individualizar cada caso. Pero en ocasiones con una sesión se pueden ver resultados. El número de sesiones puede variar dependiendo de la condición específica, la gravedad de la patología y la respuesta individual del paciente. En la mayoría de los casos, los protocolos sugieren entre 1 y 3 sesiones. Después, se puede realizar una sesión de mantenimiento cada 3 o 6 meses si es necesario, dependiendo de la mejoría clínica y la evaluación médica.
¿Tiene alguna contraindicación?
Sí, está contraindicada en caso de alergia conocida a productos sanguíneos o derivados de plaquetas, infecciones activas, trastornos de la coagulación o enfermedades hematológicas graves, cáncer activo, embarazo y lactancia.
