Insomnio

Despertarse a media noche o tener problemas para conciliar el sueño es uno de los síntomas más frecuentes en la menopausia y debe consultarse, ya que afecta tanto al bienestar físico como a la salud mental.
Insomnio
Despertarse a media noche o tener problemas para conciliar el sueño es uno de los síntomas más frecuentes en la menopausia y debe consultarse, ya que afecta tanto al bienestar físico como a la salud mental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como insomnio la dificultad para conciliar o mantener el sueño; o una sensación de sueño poco reparador que genere un notable malestar o que interfiera con las actividades sociales y laborales. En general, se considera que una persona padece insomnio cuando aparecen problemas en el inicio o mantenimiento del sueño al menos tres veces por semana y durante un mínimo de tres meses.

Muchas personas dan poca importancia a este problema. Lo atribuyen a periodos de estrés o ansiedad y piensan que es algo puntual. Pero los trastornos del sueño son algo que siempre deberíamos consultar porque el insomnio, aunque sea leve, afecta a nuestra salud, estado de ánimo, capacidad cognitiva y rendimiento físico y mental. Además, a medida que pasan los años el sueño es menos intenso y su calidad también, por lo que es un problema que no va a ir a menos, sino todo lo contrario.

Las hormonas femeninas intervienen en múltiples funciones y su descenso puede influir en la aparición de alteraciones del sueño. Además, en las mujeres que experimentan problemas vasomotores, como sofocos, o sudoración nocturna, es más frecuente su aparición, por los despertares nocturnos y la ansiedad que ocasionan estos síntomas. Pero en realidad se considera que el insomnio en la menopausia es un problema de origen multifactorial. Hay que estudiar cada caso para poder hacer una buena valoración y determinar qué tratamiento puede ayudar.

Tratamientos para el insomnio

El tratamiento del insomnio debe basarse en su origen, duración y gravedad. A veces simplemente estableciendo algunos cambios en el estilo de vida -dieta, ejercicio, evitar tóxicos- se puede conseguir una mejora

Preguntas frecuentes

Según la Organización Mundial de la Salud, se recomienda a dormir de 7 a 9 horas al día. Hay personas que necesitan menos y otras más.

Cuando los problemas para dormir se producen varias veces a la semana y durante al menos un mes. A partir de 3 meses se considera insomnio crónico.

Levantarse, comer, utilizar aparatos electrónicos, ver la TV, pensar en actividades que exijan activar el cerebro y no sean relajantes.

Las infusiones de efectos relajantes (manzanilla, melisa, pasiflora, tila, valeriana), tomarse un vaso de leche (contiene melatonina), hacer ejercicio de forma regular, seguir una dieta saludable…

Por lo general, se considera seguro usar melatonina a corto plazo. A diferencia de muchos medicamentos para dormir, la melatonina no suele provocar dependencia, disminución del efecto tras el uso reiterado ni resaca. Pero puede provocar somnolencia diurna, dolor de cabeza, irritabilidad e interactuar con otros fármacos (anticoagulantes, anticonceptivos, antihipertensivos, inmunosupresores…), por lo que su consumo siempre debe hacerse bajo prescripción de un profesional. Si tienes alguna patología consulta a tu médico.

Tratar de acostarse siempre a la misma hora, evitar las comidas copiosas, limitar las actividades por la noche y el uso de pantallas antes de irse a dormir, reducir el consumo de cafeína, limitar la duración de las siestas, regular la temperatura de la habitación y la iluminación, para que resulte agradable. hacer ejercicio moderado de manera regular…

La mayoría de los fármacos que se prescriben para la salud mental no son adictivos, y pueden ser útiles si se precisan. Pero deberían tomarse durante períodos cortos de tiempo y bajo supervisión médica, ya que pasado un tiempo pierden eficacia terapéutica y pueden generar tolerancia. Además, no se pueden dejar de forma brusca. Hay que reducir su consumo de forma progresiva para evitar efectos adversos.