Aparición de estrías y cicatrices durante la menopausia

La perimenopausia y los primeros años de la menopausia son fases con cambios hormonales que pueden afectar tanto el bienestar físico como emocional. Durante este período, la piel se ve afectada por la pérdida de colágeno y elastina, lo que favorece la aparición de estrías y cicatrices.
Aparición de estrías y cicatrices durante la menopausia
La perimenopausia y los primeros años de la menopausia son fases con cambios hormonales que pueden afectar tanto el bienestar físico como emocional. Durante este período, la piel se ve afectada por la pérdida de colágeno y elastina, lo que favorece la aparición de estrías y cicatrices.

La perimenopausia es una etapa de transición previa a la menopausia en la que las oscilaciones hormonales pueden tener un impacto importante en el bienestar físico y mental de las mujeres. Los años inmediatamente posteriores a la llegada de la menopausia, que se define como un periodo de doce meses consecutivos sin menstruación, pueden ser experimentados de una forma incluso más negativa.

Uno de los aspectos que reduce la calidad de vida de las mujeres que se encuentran en cualquiera de estas fases es la pérdida de confianza en la propia imagen, que puede llegar a traducirse en problemas emocionales.

La aparición de estrías y cicatrices durante esta época de la vida puede vivirse como una experiencia traumática, ya que el proceso de curación es más lento y la probabilidad de que no desaparezcan también es más alta.

Causas de la aparición de estrías y cicatrices en la menopausia

La reducción de la producción de colágeno y elastina en la menopausia, asociada principalmente a la caída de los niveles de estrógeno y al propio proceso de envejecimiento, facilita la aparición de estrías si se baja o se sube de peso rápidamente, ya que la piel es más fina y no tiene la elasticidad necesaria para mantener su integridad, por lo que las fibras elásticas del tejido conjuntivo se terminan rompiendo. De igual modo, el colágeno y la elastina intervienen decisivamente en el proceso de curación de heridas o quemaduras, y por lo tanto los procesos de cicatrización se dificultan.

Los niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés, pueden debilitar aún más las fibras elásticas de la piel, fomentando también la aparición de estrías. Esta hormona suele encontrarse en niveles más elevados durante la menopausia debido al estrés psicológico y al desarrollo de cierta resistencia a la insulina, dos aspectos que deben tratarse adecuadamente en caso de ser necesario.

Síntomas principales

Estrías blancas o plateadas

Estas estrías se producen debido a la distensión de una piel con atrofia dérmica, esto es, los tejidos de la dermis son más finos y menos elásticos. Aunque las estrías pueden verse claramente en la epidermis, la rotura se produce en capas más profundas como resultado del paso de la etapa inflamatoria de la lesión a la fase cicatricial.

Estrías rojizas o moradas

Las estrías moradas son la fase previa a la formación de la cicatriz de la estría, y su color proviene de la presencia de vascularización. Durante esta etapa de la lesión anterior a la cicatrización es más fácil atenuarlas e incluso difuminarlas por completo mediante el uso de tratamientos efectivos que hidraten la piel y fomenten la producción de colágeno.

Tratamientos para las estrías y cicatrices

Preguntas frecuentes

Los tratamientos profesionales por excelencia para mejorar el aspecto de la piel con estrías y cicatrices son el microneedling y la mesoterapia, pero deben realizarse en centros estéticos especializados. Estos procedimientos se llevan a cabo creando microlesiones con agujas muy finas para estimular la producción de colágeno y elastina natural de la piel en su proceso de regeneración. Además, durante las sesiones de mesoterapia se introducen en las capas profundas de la piel compuestos cosméticos formulados con péptidos, vitaminas, coenzimas y aminoácidos, entre otros. Esto es algo que no se puede hacer simplemente con cremas de uso tópico, ya que éstas no son capaces de atravesar por sí solas la barrera de la epidermis.

Los pacientes pueden empezar a ver diferencias notables a partir de la tercera sesión, aunque dependiendo del tipo de estrías o cicatrices, es posible que se necesiten más sesiones para apreciar los cambios. Su gran ventaja es que son métodos poco invasivos que permiten la reincorporación inmediata a la vida normal siempre que se use protección solar y se observen los cuidados dermatológicos adecuados.

El aceite de almendras y las cremas hidratantes en general solo funcionan si se aplican como prevención antes de la aparición de las estrías, ya que una piel bien hidratada y elástica es menos propensa al desarrollo de este tipo de lesiones cutáneas. Por ello, es importante utilizar de forma habitual cremas con agentes emolientes como, por ejemplo, el ácido hialurónico.

Aunque uno de los principales tratamientos de uso tópico para las estrías son los retinoides debido a su capacidad de reconstruir el colágeno perdido, y más en concreto la tretinoína o retin-A (una forma de la vitamina A), lo cierto es que su efecto en las estrías no suele ser muy reseñable. A esto hay que añadir que en Europa solo es posible obtener tretinoína mediante prescripción médica, ya que puede provocar efectos secundarios tales como irritación, sequedad e incluso dolor en la piel.