Salud ginecológica
Menopausia precoz
Salud ginecológica
En algunas mujeres los ovarios dejan de funcionar antes de lo previsto. Este hecho supone que dejan de producir hormonas y también el cese de la función reproductiva. Por tanto, la mujer no ovula y sus niveles de estrógenos y progesterona en sangre disminuyen. Cuando este hecho se produce antes de los 40 años, se denomina insuficiencia ovárica primaria (IOP).
En la mayoría de los casos se desconoce la causa, aunque se cree que podría tener un origen genético -ya que existe un mayor riesgo si hay antecedentes en la familia- o estar relacionada con enfermedades autoinmunes, trastornos metabólicos o la exposición a toxinas.
También puede ser consecuencia de un tratamiento de quimioterapia o radioterapia, tras un diagnóstico de cáncer o una intervención quirúrgica que comporte la extirpación de los ovarios y el útero.
Este hecho puede afectar a la salud y el bienestar, ya que las hormonas femeninas tienen muchas funciones además de las propiamente relacionadas con la reproducción: ayudan a mantener una buena densidad ósea, protegen la salud cardiovascular, estimulan la lubricación y el deseo sexual, intervienen en la regulación del sueño y algunos procesos cognitivos, favorecen el equilibrio de la piel y de la temperatura corporal, entre otras.
¿Qué síntomas puedes notar?
En los primeros años es habitual experimentar los síntomas asociados a la menopausia, como sofocos, sudores nocturnos, cambios de humor, sequedad vaginal, insomnio… Pueden ser más intensos al principio. Pero gradualmente van desapareciendo.
En cambio, los síntomas asociados al síndrome genitourinario que provoca la disminución de estrógenos son frecuentes y pueden provocar molestias, tanto a nivel genital como sexual: sequedad, falta de lubricación, dolor con las relaciones, picor e irritación vaginal, mayor predisposición de sufrir infecciones urinarias, etc. Por lo que es importante tratarlos.
Otros problemas propios de esta etapa son: tendencia a ganar peso, pérdida progresiva de fuerza y masa muscular, disminución de la densidad ósea, problemas de sueño…
Tratamientos
Actualmente, no existe un tratamiento para restablecer el funcionamiento normal de los ovarios de una mujer. Pero sí se pueden aliviar o aminorar algunos de los síntomas de la insuficiencia ovárica primaria. También hay pautas de estilo de vida que ayudan a reducir los sus riesgos de salud asociados.
Terapia de reemplazo hormonal
Es el tratamiento más habitual. Consiste en reemplazar el estrógeno y otras hormonas que los ovarios no producen. La terapia de reemplazo hormonal mejora la salud sexual y disminuye los riesgos de enfermedad cardíaca y osteoporosis. Por lo general, se aconseja mantener el tratamiento hasta los 50 años de edad; que es la edad en que la menopausia suele producirse. Se puede administrar por vía oral (pastillas) o transdérmica (parches o geles). En el caso de que la causa de la IOP sea un tumor hormonodependiente, no es posible aplicar esta terapia.
Suplementos de calcio y vitamina D
Se aconseja tomarlos con regularidad para reducir el riesgo de desarrollar osteoporosis.
Fecundación in vitro y ovodonación
En caso de querer ser madre, se puede recurrir a la ayuda de las técnicas de reproducción asistida y a los tratamientos de donación de óvulos. En pacientes oncológicas, se puede realizar un tratamiento de preservación de la fertilidad para obtener óvulos y congelarlos.
Hacer ejercicio regularmente y controlar el peso
Reduce el riesgo de osteoporosis y enfermedad cardíaca.
Cuidar la dieta
Se aconseja comer de forma saludable, siguiendo las pautas de la dieta mediterránea.
