La tecnología láser se utiliza desde hace años en dermatología con una finalidad terapéutica. Su objetivo es provocar una respuesta celular que favorezca y acelere la recuperación de tejidos dañados. Tras confirmar su eficacia y buenos resultados, su uso se ha ampliado al ámbito de la ginecología regenerativa, con el fin de combatir la atrofia vaginal que conlleva la menopausia, así como mejorar la hiperlaxitud y las cicatrices posparto y retornar la elasticidad a los tejidos tras intervenciones quirúrgicas.
En nuestro centro aplicamos el láser Erbium YAG para activar el metabolismo celular y favorecer la regeneración del tejido vaginal. Al emitirse de forma fraccional, se puede controlar de forma muy precisa la zona sobre la que actúa, lo que permite realizar desde tratamientos muy suaves con recuperaciones muy rápidas hasta tratar tejidos muy dañados.
En qué consiste
- Aplicación
Consiste en la aplicación de un haz de luz láser sobre la mucosa vaginal. Se puede utilizar anestesia local (en forma de pomada), aunque en la mayoría de los casos no es necesario.
- Indoloro
Durante el procedimiento se puede notar una ligera vibración, pero en ningún caso resulta doloroso.
- Pulsos consecutivos
La luz se emite en forma de pulsos consecutivos, pero separados unos microsegundos entre sí, que permiten la recuperación de la temperatura basal del tejido.
- Acción superficial
Esta acción del láser sobre la mucosa vaginal es muy superficial y no daña las estructuras en capas más profundas.
¿A quién va dirigido el tratamiento?
El láser Erbium YAG es eficaz para el tratamiento de las siguientes indicaciones funcionales ginecológicas:
- Atrofia vulvovaginal.
- Hiperlaxitud vaginal (síndrome de relajación vaginal).
- Incontinencia urinaria leve y moderada.
- Prolapso de órganos pélvicos.
- Liquen escleroatrófico.
- Cicatrices de cesárea, laparoscopia y posparto.
- Cirugía genital funcional y estética.
- Estrías abdominales postembarazo.
Resultados esperados
- Reconstituye el pH vaginal.
- Mejora los síntomas de picor y escozor.
- Mejora el tono y la lubricación de la vagina.
- Devuelve el control de la fuerza en la vagina.
- Ayuda a evitar pérdidas de orina.
- Mejora la sequedad vaginal y la incontinencia urinaria.
- Mejora la sensibilidad y placer sexual (en algunos casos).
- Disminuye la predisposición a sufrir un prolapso vaginal.
Efectos secundarios
- El tratamiento vaginal con láser Erbium puede ocasionar enrojecimiento de la zona (eritema), inflamación (edema), sensación de calor local, escozor o aparición de flujo vaginal rosado. Estos síntomas por lo general son transitorios y suelen durar desde unas horas a pocos días.
Preguntas frecuentes
¿Cuántas sesiones de láser de recuperación funcional se suelen recomendar?
Se recomienda realizar al menos dos sesiones de láser vaginal separadas entre sí de 30 a 45 días. En la mayoría de los casos, la mejor respuesta se obtiene tras tres sesiones clínicas.
¿Sus efectos son permanentes a largo plazo o hay que repetir?
La duración de la eficacia clínica es variable en función de cada paciente y de la intensidad del proceso. En el futuro es posible que se repita el cuadro clínico si persiste el motivo que lo provocó, como ocurre en el caso del déficit de estrógenos.
¿Puede quemar o lesionar los tejidos?
Aunque no es frecuente, puede aparecer dolor en la zona, quemaduras superficiales, infección y fiebre transitoria, que se puede controlar con antitérmicos.
¿Qué cuidados posteriores se recomiendan tras el tratamineto con láser de recuperación funcional?
Puedes ducharte con total normalidad y reanudar la actividad física y sexual a las 48-72 horas, a no ser que el médico indique lo contrario. Pero debes evitar esfuerzos que aumenten la presión abdominal y en la vejiga durante 7 días y deportes de impacto en la zona tratada, como ciclismo o montar a caballo. Si no tienes sangrado, puedes nadar y hacer baños de inmersión transcurridas 72 horas.
¿Tiene alguna contraindicación el láser de recuperación funcional?
En cada paciente se valora su historial clínico y antecedentes familiares. Hay algunas circunstancias que es importante tener en cuenta como antecedentes de cáncer o lesiones precancerosas, diabetes insulinodependiente no controlada, enfermedades relacionadas con la inmunosupresión, coagulopatías, toma de medicamentos fotosensibilizantes, cicatrización queloidea, entre otros…). Tu doctora te informará.
