Objetivo de la endocrinología ginecológica
El objetivo de la endocrinología ginecológica es el estudio, diagnóstico y tratamiento de cualquier patología endocrino-ginecológica de la mujer, desde la adolescencia a la postmenopausia.
Este área se ocupa de:
- Alteraciones del ciclo menstrual: ciclos menstruales no regulares, ausencia de reglas (amenorreas primarias y secundarias).
- Clínica de hiperandrogenismo: hirsutismo, acné, alopecia.
- Esterilidad por anovulación.
- Alteraciones del peso relacionados con el ciclo menstrual, etc.
En concreto las alteraciones endocrino-ginecológicas más frecuentes son:
- Síndrome del Ovario Poliquístico.
- Fallo ovárico prematuro.
- Amenorreas hipotalámicas funcionales (relacionadas con el peso, el estrés, etc).
- Hiperprolactinemia funcional o tumoral.
- Hiperplasia suprarrenal no clásica, etc.
- Disgenesias gonadales.
Todas estas alteraciones deben ser estudiadas y tratadas tanto en mujeres con deseo de embarazo como en las que no tienen deseo del mismo.
Consulta de endocrinología ginecológica
La endocrinología ginecológica es un área multidisciplinar, por lo que está en estrecha relación con diversas unidades, áreas o especialidades.
La consulta se llevará a cabo mediante:
- Anamnesis.
- Exploración clínica.
- Pruebas diagnósticas.
- Diagnóstico y orientación terapéutica.
- Valoración por el Comité de endocrino endocrinología ginecológica, si es preciso.
- Visitas de seguimiento.
- Informe al titular que ha remitido a la paciente, si es el caso.
Debe tenerse en cuenta que la endocrinología ginecológica como área multidisciplinar, en muchas ocasiones implica un manejo del caso en estrecha relación con diversas unidades, áreas o especialidades, entre las que destacan:
- Endocrinología general.
- Dietética y nutrición.
- Ginecología infanto-juvenil.
- Ginecología de la menopausia.
- Genética.
- Otras áreas: Reproducción, Pediatría, Psicología, Dermatología, etc.
Hirsutismo
El hirsutismo es el crecimiento excesivo de vello, en zonas en las que las mujeres no suelen tener, ya que el vello en estas zonas es dependiente de los andrógenos (hormonas masculinas).
Las zonas en las que aparece el hirsutismo son el labio superior, el área de las patillas, la barbilla, el cuello, las areolas mamarias, el tórax, en el área alrededor del ombligo, en las ingles, los muslos o la espalda. El hirsutismo debe diferenciarse de la hipertricosis, que es el aumento simple del vello en áreas no androgénicas como los brazos o las piernas.
El crecimiento excesivo de vello en las mujeres generalmente se da por la presencia de demasiadas hormonas masculinas (andrógenos). En esta situación que se denomina hiperandrogenismo, el pelo fino y poco pigmentado, se convierte en grueso y oscuro y frecuentemente se asocia con el acné.
Una causa común del hirsutismo es el síndrome ovárico poliquístico, en otros casos puede haber un componente familiar hereditario; sin embargo, en otros casos, la causa específica nunca se identifica.
Si el hirsutismo se desarrolla súbitamente o en exceso y está acompañado de otros rasgos típicos de masculinidad, como el engrosamiento de la voz o el aumento de la masa muscular (en su grado máximo se llama virilización), puede ser causado por un trastorno más importante por lo que se debe consultar con el médico de cabecera o ginecólog@.
El hirsutismo leve se puede mejorar simplemente con cambios de estilo de vida. Una alimentación saludable, practicar ejercicio físico diario y perder peso de forma controlada puede mejorar el hirsutismo. En casos más agudos se debe recurrir a tratamientos con medicamentos, siempre bajo control médico, que se pueden complementar con tratamientos cosméticos.
El Síndrome del Ovario Poliquístico
Ovarios poliquísticos y síndrome de ovarios poliquísticos no es lo mismo. Los ovarios poliquísticos son un diagnóstico ecográfico que puede o no acompañarse de síntomas, mientras que el síndrome de los ovarios poliquísticos (SOP) es un desequilibrio hormonal (leve o severo) que puede causar períodos menstruales irregulares, hirsutismo y acné.
El Síndrome del Ovario Poliquístico es una afectación común, de la que se desconoce con precisión la causa, y que en muchos casos comienza en la pubertad.
Se postula que este síndrome se produce por un desequilibrio en las hormonas lo que produce una comunicación alterada entre el cerebro los ovarios. La glándula pituitaria en el cerebro produce las hormonas luteinizante y folículo-estimulante (LH y FSH). Estas hormonas actúan de mensajeros que avisan a los ovarios para que produzcan otras hormonas. Entonces el ovario produce los estrógenos y la progesterona (hormonas sexuales femeninas) y también una pequeña cantidad de testosterona (hormona sexual masculina). En el Síndrome del Ovario Poliquístico la glándula pituitaria produce mucha LH y esto causa que lo ovarios comiencen a producir testosterona extra con lo que se provoca el efecto androgénico.
Las mujeres con Síndrome del Ovario Poliquístico pueden tener una gran variedad de síntoma entre los que podemos destacar:
- Períodos irregulares con pausas de algunos meses, o por el contrario, periodos muy frecuentes.
- Hirsutismo.
- Acné.
- Ganancia de peso y/o dificultad para perderlo.
El acné y el exceso de vello normalmente se producen por un discreto aumento de la hormona testosterona. Todas las mujeres producen testosterona, pero si se tiene Síndrome del Ovario Poliquístico, los ovarios producen un poco más de lo que es normal, aunque también puede darse la circunstancia que el cuerpo sea demasiado sensible a la testosterona. La testosterona activa los folículos pilosos de la piel lo que causa crecimiento del vello. Además, la testosterona también afecta las células de la piel, provocando el acné.
El tener ovarios poliquísticos no quiere decir que se tengan quistes en los ovarios.
Patrón ecográfico del ovario poliquístico.
Este diagnóstico ecográfico muchas veces produce confusiones, pero únicamente se refiere al gran número de folículos de pequeño tamaño (menores de 10mm) que existen en los ovarios en estado de reposo, que es muy superior al que encontramos en los ovarios normales. Además muchas mujeres tienen ovarios poliquísticos, pero no el síndrome, por lo que en muchos casos se trata de un hallazgo casual, que no tiene mayor trascendencia.
El tratamiento del síndrome de ovarios poliquísticos es en principio farmacológico y se realiza bajo control del ginecólog@.
El tener Síndrome del Ovario Poliquístico, no tiene por qué repercutir en la esterilidad. Las mujeres con Síndrome del Ovario Poliquístico aunque padezcan un desequilibrio hormonal tienen un útero y unos ovarios normales. Es cierto que algunas mujeres con este síndrome tienen problemas para quedarse embarazadas ya que en algunos casos los ovarios poliquísticos producen óvulos de mala calidad, sin embargo muchas otras mujeres que lo padecen no tienen ningún problema para conseguir un embarazo, ya que aunque tengan pequeñas dificultades durante la ovulación y menstruaciones retrasadas, este problema es sencillo de resolver.
La maduración “in vitro” de ovocitos, en el futuro, puede ser un tratamiento de gran interés para las mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos u otros trastornos endocrinos relacionados con la reproducción.
En todo caso lo importante es seguir controles periódicos con el ginecólogo quien, en el momento que se desee un embarazo, asesorará sobre lo que es conveniente realizar en cada caso concreto.
Fallo ovárico prematuro
El fallo ovárico prematuro (también llamado insuficiencia ovárica precoz) es el cese patológico de la actividad del ovario antes de la edad normal de la menopausia. Es un problema relativamente frecuente que afecta aproximadamente al 1-4% de las mujeres en edad fértil.
Los 40 años son utilizados, a menudo, como el límite arbitrario para definir la edad normal de la menopausia. Sin embrago debe tenerse en cuenta que, especialmente en países desarrollados, se puede llegar a estimar que los 45 años de edad son el punto de referencia para considerar el inicio de la menopausia normal.
El fallo ovárico prematuro es un síndrome producido por múltiples causas que ocasionan la desaparición progresiva de los folículos ováricos o la falta de respuesta de estos a los estímulos normales. Muchas veces, el problema surge durante el desarrollo embrionario del ovario y otras, posteriormente por factores externos.
Se caracteriza por presentar una amenorrea secundaria superior a 3 meses. Debe tenerse en cuenta que aún presentando 3 meses de cese de la menstruación, tras este plazo puede volverse a ovular, aunque generalmente sea de forma intermitentemente con sangrados menstruales irregulares, y que en esta situación hay posibilidades de que se produzca un embarazo espontáneo por lo que no debe descuidarse la anticoncepción.
También puede haber esterilidad previa o no, y puede estar asociado a un síndrome climatérico completo (con sofocaciones, sudoración nocturna, sequedad vaginal, etc...) o parcial con menos sintomatología. También en algunos casos se puede carecer de cualquier sintomatología asociada excepto la amenorrea.
Aunque en muchos casos la causa concreta no puede ser determinada, las causas más frecuentes de fallo ovárico prematuro son:
- Anormalidades cromosómicas.
- Polimorfismo del gen receptor de la Hormona folículo-estimulante y Mutación de la inhibina B.
- Deficiencias enzimáticas.
- Enfermedades autoinmunes.
- Quimioterapia y radioterapia.
- Ooforectomía bilateral o menopausia quirúrgica.
- Histerectomía sin ooforectomía.
- Infecciones.
Si bien el diagnóstico del este cuadro clínico al inicio se basa en la existencia de amenorrea secundaria, eventualmente acompañada de síndrome climatérico, siempre y dependiendo de la sospecha sobre la posible causa, deberán realizarse pruebas complementarias con el fin de confirmar la orientación diagnóstica.
Es muy importante que las mujeres que sufren un fallo ovárico prematuro comprendan y asimilen su situación, ya que en ocasiones pueden tener dificultades para aceptar el diagnóstico. Por tanto es imprescindible que reciban la información adecuada y si es preciso soporte psicológico, especialmente en los casos de mujeres que no han tenido hijos.
Las mujeres con fallo ovárico prematuro, como consecuencia del déficit estrogénico, si no reciben tratamiento, tienen un incremento en el riesgo de desarrollar osteoporosis y especialmente si son fumadoras, en el de sufrir alguna enfermedad cardiovascular.
El tratamiento principalmente se basa en terapia hormonal con estrógenos. Puede ser utilizada la terapia hormonal sustitutiva (THS) o bien las píldoras anticonceptivas combinadas (estrógenos-progesterona).
Si el origen es autoinmune, independientemente de intentar tratar el déficit estrogénico, debe evaluarse la posible causa para decidir las opciones de tratamiento.
La fecundación "in vitro" (FIV) con donación de ovocitos es el tratamiento de elección en mujeres con fallo ovárico prematuro que tengan deseo de embarazo, ya que en general las mujeres con fallo ovárico prematuro y cariotipo normal pueden concebir naturalmente.
En los casos de radioterapia y quimioterapia, existe la opción de criopreservación previa de tejido ovárico.
Preguntas frecuentes
Mi ginecóloga me dijo que tenía ovarios poliquísticos pero que no preocupara ya que no tengo síntomas ¿Puedo estar tranquila?
Puedes estar tranquila. Muchas mujeres tienen los ovarios poliquísticos, pero no el síndrome, y por lo tanto, ni tienen obesidad, ni hiperandrogenismo, ni otros síntomas y además ovulan más o menos correctamente. En estos casos el diagnóstico es un hallazgo casual, y lo único que debes hacer es seguir los controles que te haya indicado tu ginecóloga.
¿Es verdad que si tienes ovarios poliquísticos es más fácil que tengas diabetes?
Aunque no se puede decir que todas las mujeres con ovarios poliquísticos vayan a ser diabéticas, es verdad que su probabilidad de serlo es superior a la población general. Se ha comprobado que un porcentaje importante de las mujeres que tienen ovarios poliquísticos tienen asociada una resistencia a la insulina, es decir, una dificultad a que la insulina haga función normal reduciendo la glucosa en sangre. Es por esta razón por la que las mujeres con ovarios poliquísticos tienen una mayor tendencia a padecer diabetes a lo largo de su vida.