Sabemos que hay personas que tienen problemas de fertilidad y que, en 2 de cada 3 casos se pueden averiguar las causas y encontrar una solución. Pero ¿qué ocurre cuando has sido madre y decides ir a por el segundo, pero no te quedas embarazada? Es algo que nadie se espera. Primero, porque los problemas de fertilidad estaban descartados, y segundo, porque la situación resulta bastante desconcertante, ya que cuesta creer, y sobre todo aceptar, que si ya has sido madre no puedas volver a quedarte embarazada de forma natural o tengas que recurrir a la ayuda de las técnicas de reproducción asistida para lograrlo.
Pero puede pasar. Y, de hecho, pasa, porque la mayoría de las mujeres decidimos ser madres pasados los 30, de largo, y, en muchos casos, cuando empezamos a pensar en un segundo embarazo ya estamos más cerca de los 40 que de los 35, “y a esa edad las posibilidades de lograrlo de forma espontánea son mucho más bajas”, explica el Dr. Buenaventura Coroleu, Consultor Senior del Servicio de Medicina de la Reproducción de Dexeus Mujer, ya que la calidad y la cantidad de los óvulos disminuye a medida que cumplimos años.
Pero este problema, que en el lenguaje médico se denomina “infertilidad secundaria”, no solo se debe a la edad materna. Con el paso de los años, nuestro cuerpo cambia y no siempre está en las mismas condiciones. Un aumento o descenso significativo de peso, alteraciones hormonales o problemas de tiroides pueden comprometer la fertilidad. Asimismo, la presencia de miomas o de pólipos en el útero también pueden interferir. Además, el embarazo anterior puede haber dejado algunas secuelas, como adherencias uterinas o afecciones pélvicas, que no se hayan detectado y que impidan la consecución de uno nuevo.
Como ves, las causas pueden ser muchas y diversas. Por ello, es importante hacerse un chequeo completo y realizar de forma regular las revisiones ginecológicas, con el fin de poder diagnosticar y tratar cualquier irregularidad. Y lo mismo en el caso de tu pareja, si es masculina. Para ellos, aunque no todos lo admitan, también pasan los años y su vitalidad y la calidad de su esperma no es la misma a los 30 que a los 40 o a los 50 y pocos, aunque físicamente se encuentren bien. Es cierto que su fertilidad se alarga más años que en el caso de las mujeres, pero también puede verse reducida por condiciones ambientales, como la contaminación, hábitos tóxicos (consumo de tabaco y alcohol), alteraciones hormonales, infecciones genitales o urinarias, problemas de próstata y enfermedades “silenciosas”, es decir que no presentan síntomas, como la diabetes, la hipertensión y otros trastornos cardiovasculares.
Otro aspecto importante y que puede provocar una infertilidad secundaria es un cambio de pareja, algo que cada vez es más frecuente, ya que es habitual rehacer la vida de pareja con personas que ya tienen hijos de relaciones anteriores. En estos casos, también se da por supuesto que no va a haber ningún problema para volver a ser padres. Sin embargo, con el paso de los años, la situación puede haber cambiado, y pueden existir los mismos problemas que ya hemos comentado. Por este motivo, si lleváis unos cuantos meses probando sin éxito, es importante pedir consejo médico cuanto antes y no alargar la situación, para evitar que la ilusión inicial se convierta en una decepción y ocasione un desgaste o problemas en la relación.
En general, las pruebas que se realizan para diagnosticar la infertilidad secundaria son las mismas que para la infertilidad primaria. Si crees puede ser tu caso, lo más aconsejable es que pidas cita con tu ginecólogo/a para que te haga una revisión completa y valore tu reserva ovárica. Si detecta alguna irregularidad te indicará el tratamiento que hay que seguir y, si aparentemente todo está bien, es posible que te aconseje hacer una primera visita de reproducción para valorar si es necesario realizar otras pruebas.
Si tu pareja es masculina, es fundamental que él también se haga un chequeo. En nuestro centro existe la posibilidad de realizar un test de fertilidad de pareja, lo que agiliza mucho el diagnóstico porque permite evaluar los resultados de las pruebas y la situación de una manera conjunta. También contamos con una Unidad de Salud del Varón, para diagnosticar y tratar problemas que afecten a la salud sexual y reproductiva masculina.
En resumen: si ya tienes hijos/as, y quieres ser mamá de nuevo, pero llevas más de 6 meses intentándolo con tu pareja sin conseguir un embarazo, pide cita con tu ginecóloga/o y déjate guiar. Piensa que el tiempo invertido en comprobar que todo está bien es tiempo ganado a tu favor. Y, tranquila, porque la mayoría de los casos de infertilidad secundaria tienen fácil solución con apoyo médico.