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Contrariamente a lo que se cree, estar en forma o tener un buen aspecto físico no equivale necesariamente a estar sano ni a ser más fértil. Lo que ocurre es que, en general, las personas que hacen deporte y cuidan su aspecto físico también suelen cuidar su salud, y una persona sana, en principio, no tiene por qué tener problemas reproductivos. Por ello, una cosa se asocia a la otra.
Sin embargo, el deporte en sí mismo no potencia la fertilidad, y practicarlo de forma intensiva puede ser incluso contraproducente. Así que, aprovechando que junio es el mes de la fertilidad, la Dra. Beatriz Álvaro, especialista en reproducción y endocrinología ginecológica, y la Dra. María Fernanda Peraza, andróloga y especialista en salud sexual de nuestra Unidad de Salud del Varón aclaran algunas ideas sobre el tema en este post.
Para empezar, la pregunta del millón:
¿Qué beneficios tiene la práctica de ejercicio sobre la fertilidad? Practicar ejercicio de forma regular tiene efectos beneficiosos a nivel cardiovascular, metabólico, endocrino y neurológico: favorece la circulación, protege el corazón, mantiene a raya el colesterol, aumenta la resistencia física, fortalece los huesos y los músculos y ayuda a controlar del peso corporal y los niveles de azúcar en sangre. También reduce el estrés, mejora la calidad del sueño y el estado de ánimo. Todo ello se traduce en una mejora del estado físico que favorece el buen funcionamiento de nuestro organismo y aumenta nuestro bienestar personal, lo que, indirectamente, favorece la actividad reproductora. Pero eso no significa que una persona que haga ejercicio de forma regular sea mucho más fértil que otra. La clave de la fertilidad es la edad y la buena salud del sistema reproductivo.
Pero tener exceso de peso afecta negativamente a la fertilidad
Sí, la obesidad puede provocar problemas de ovulación e irregularidades en el periodo menstrual. También se ha demostrado que reduce la respuesta a los tratamientos de infertilidad y aumenta el riesgo de abortos espontáneos. Por ello se aconseja a las mujeres que tienen este problema, o con tendencia a ganar peso, que introduzcan cambios en su estilo de vida. En los hombres, la obesidad también es un factor de riesgo, y no solo para desarrollar diabetes o hipertensión, sino también para la disfunción eréctil, ya que puede causar alteraciones o provocar un desequilibrio hormonal androgénico que puede afectar a la función eréctil.
¿Qué se considera un peso correcto?
Varía en función de la constitución, estatura y actividad física que realice cada persona. Para averiguar si nuestro peso es el adecuado hay que calcular el índice de masa corporal (IMC), mediante la fórmula: peso(kg) / talla (m2). Un IMC entre 18,5 y 24,9 se considera correcto. Por debajo de 18,5 es insuficiente, y por encima de 24,9 se considera sobrepeso.
Hacer deporte de forma intensiva puede retrasar la aparición de la regla o provocar irregularidades menstruales
Sí, es verdad. Porque en situaciones en las que nuestro organismo debe realizar un esfuerzo intensivo, que requiere un mayor gasto energético, se produce una alteración a nivel del hipotálamo (que regula el funcionamiento de los ovarios), que elimina el proceso de la ovulación, lo que se traduce en una amenorrea (falta de regla). Por eso es frecuente que las mujeres que practican gimnasia rítmica desde niñas, u otras actividades deportivas a nivel de competición que requieren un gran esfuerzo y entrenamiento intensivo, tarden más en alcanzar la pubertad o presenten irregularidades menstruales.
Entonces, ¿es incompatible realizar una actividad deportiva si queremos ser madres o estamos realizando un tratamiento de FIV?
No es incompatible, pero hay que saber escoger el tipo de actividad física, y adecuar el tiempo y la intensidad, y acompañarla de una alimentación equilibrada que cubra las necesidades de cada persona. Para las que no son deportistas, nadar o hacer algunas actividades aeróbicas como caminar o bailar y gimnasia moderada son muy recomendables, tanto antes de iniciar un tratamiento de reproducción asistida o quedarte embarazada como durante el embarazo. Aunque practicar pilates y yoga no se aconseja justo después de la transferencia del embrión porque pueden ejercer presión intraabdominal.
Y ellos ¿qué?, ¿es verdad que el ciclismo o la maratón pueden afectar a la calidad del esperma masculino?
Sí. Los entrenamientos y competiciones en deportes de alta competencia producen radicales libres que deterioran la calidad seminal a largo plazo, aunque la exposición a estos eventos debe ser sostenida en el tiempo para que se produzca ese efecto. Un episodio aislado (como una maratón) no representa un problema, pero es de suponer que si se corre una maratón de 42 km o se hace una travesía en bicicleta se necesita entrenamiento y obviamente este desgaste, si no se supervisa y se compensa con una buena alimentación y recuperación a nivel celular, puede tener consecuencias.
A modo de conclusión, es importante aclarar que, a no ser que exista alguna contraindicación, hacer deporte siempre es mejor que no hacerlo, aunque hay que saber adaptarlo a cada caso y circunstancias personales. Así que, si estás intentando quedarte embarazada, lo mejor es que no te obsesiones con ir cada día al gimnasio. Si estás bien de salud, te alimentas de forma equilibrada y tienes un peso correcto, dedicar entre 30 y 45 minutos a hacer algún tipo de ejercicio unas cuatro o cinco veces a la semana es suficiente.
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