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¿Tener miomas afecta a la fertilidad?

Los miomas son formaciones de tejido muscular que se localizan en la cavidad uterina. Afectan a 1 de cada 5 mujeres en edad fértil, así que son muy comunes. Su tamaño es variable -los hay de 5mm hasta 20cm-, aunque lo normal es que no superen los 4 o 5 cm. Pueden aumentar de tamaño durante la etapa fértil de la mujer y desaparecen con la menopausia. En general, no se sabe muy bien cuál es su causa, pero se asocian a la producción de estrógenos, que favorecen su crecimiento. También pueden influir factores genéticos.

A menudo pasan desapercibidos, ya que no siempre provocan síntomas. Por eso es importante realizar las revisiones de control ginecológico, sobre todo si estás pensando en ser madre. El motivo es que pueden provocar problemas relacionados la fertilidad. En este post la Dra. Núria Barbany, especialista en cirugía ginecológica, miomas y endometriosis responde a las dudas más frecuentes sobre este tema.

¿Qué impacto tienen sobre la fertilidad?
Depende de su localización y tamaño. En función de su localización, se dividen en tres grupos:

Miomas submucosos: Se originan en la capa más interna del útero (endometrio) y tienen un mayor impacto negativo en la fertilidad. Su presencia puede aumentar el riesgo de aborto durante el primer trimestre y provocar sangrados abundantes durante la menstruación. Aunque sean pequeños, los que se localizan en esta zona suelen ocasionar más problemas que los de mayor tamaño localizados en zonas más externas. También son los que, con mayor frecuencia, pueden dificultar la implantación del embrión.

Miomas intramurales: Se encuentran en el miometrio, que es la capa más gruesa y que forma las paredes del útero. Cuando son grandes, también pueden provocar sangrados abundantes, abortos de repetición y otras complicaciones durante el embarazo. Si son grandes, afectan a las trompas de Falopio o deforman la cavidad endometrial pueden producir más problemas.

Miomas subserosos: se localizan en la capa más externa del útero. Tienen un menor impacto en la fertilidad y en el desarrollo de complicaciones durante el embarazo. Pero si son grandes, pueden producir síntomas por la compresión de órganos vecinos: hacer que tengamos ganas de miccionar con mayor frecuencia o provocar dolor.

¿Pueden hacer que cueste más lograr un embarazo?
La mayoría de las pacientes con miomas no van a tener problemas para quedarse embarazadas, pero cuanto más cerca de la cavidad endometrial (la zona donde se localiza el bebé) se encuentren, mayor es el riesgo que tienen de provocar esterilidad o abortos. Además de incrementar la tasa de aborto de primer trimestre, los miomas grandes se relacionan con una mayor tasa de complicaciones durante el embarazo como amenaza de parto prematuro, mayor riesgo de cesárea, malposición fetal, sangrado, dolor…

¿Es recomendable extirparlos antes de intentar concebir?
El tratamiento se determina en función de la localización, el tamaño y la sintomatología que produzcan. Si la paciente desea buscar embarazo, y está indicado eliminarlos, existen varias opciones:
Miomectomía histeroscópica: consiste en extirpar el mioma accediendo por la cavidad endometrial mediante una cámara. Se trata de una técnica mínimamente invasiva y ambulatoria. Está indicado en miomas submucosos. A los 2-3 meses hay que hacer un control, antes de autorizar la búsqueda de embarazo.
Miomectomía abdominal: Puede realizarse de manera mínimamente invasiva (laparoscopia) o abierta (como la cicatriz de una cesárea). Generalmente se aconseja esperar entre 6 meses y 1 año para buscar gestación.
Ablación por radiofrecuencia: Se trata de una técnica no invasiva que permite tratarlos aplicando calor en el mioma por vía vaginal. Tampoco requiere ingreso hospitalario y no deja cicatrices en el útero, ofreciendo buenos resultados a corto y largo plazo. Generalmente se aconseja esperar entre 3-6 meses antes de buscar embarazo.

Si la paciente debe recurrir a una Fecundación in vitro (FIV), ¿ qué pasos hay que seguir?
Como los miomas pueden tener un impacto negativo en la fertilidad, las pacientes que presenten miomas y problemas de fertilidad deben ser valoradas conjuntamente por un experto em cirugía ginecológica y un especialista en reproducción asistida. Teniendo en cuenta la edad de la paciente y otras causas posibles de esterilidad, lo mejor es que se aborde el problema en coordinación con el Servicio de Reproducción para ofrecer a la paciente un tratamiento personalizado.

¿Se pueden experimentar cambios durante el embarazo o tras el parto, como una reducción de su tamaño o su desaparición?
La mayoría de los miomas no modifican su tamaño durante el embarazo. Pero alrededor del 20-30% de ellos pueden crecer durante el primer trimestre de la gestación, como consecuencia de los cambios hormonales que se producen en este período. Posteriormente, la mayoría de ellos recuperarán su tamaño original.

¿Es necesario realizar controles ginecológicos más frecuentes durante el embarazo o tras el parto para observar su evolución?
No. Con las revisiones de control habituales es suficiente, y si no provocan síntomas, se aconseja un tratamiento conservador, de observación y seguimiento. En pacientes que presenten síntomas asociados o crecimiento de los miomas se hará un seguimiento más estrecho durante un periodo de tiempo que puede variar en función de cada situación. Como hemos comentado al inicio, a partir de los 50 años, lo normal es que desaparezcan de forma natural.