Por qué hay que vacunar a los chicos contra el VPH

A partir del próximo curso escolar, los niños de 6º de primaria en Cataluña recibirán la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) en las escuelas. Hasta ahora esta vacuna solo se administraba a las niñas. Pero tanto la Asociación Española de Pediatría como los expertos en infecciones de transmisión sexual (ITS) hace tiempo que la recomiendan. Por ello Cataluña ha decidido dar el paso e incluirla en el calendario de vacunación.

Es una gran noticia, sobre todo si tienes hijos de entre 11 y 12 años, o más pequeños. Y si el tuyo va a empezar la ESO y tiene 13 o 14 años, también puedes vacunarlo. La vacuna puedes comprarla en la farmacia. Son dos dosis y se deben administrar con un intervalo de 6 meses de diferencia. Solo necesitas la prescripción médica (puedes pedirla a su pediatra o consultarlo en tu centro de atención primaria).

A partir de los 15 y hasta los 26, se deben administrar tres dosis. En Dexeus Mujer contamos con un Programa de vacunación para el VPH que hace tiempo que ofrece este servicio también a los hombres, tanto a preadolescentes, como jóvenes y adultos de hasta 45 años. Si quieres informarte, puedes contactarnos.

Pero, ¿por qué se ha decidido ahora ampliar la vacuna a los chicos?, te preguntarás.
Pues por muchas razones y todas de peso. En este post, el Dr. Aaron Cohen ginecólogo de nuestro centro, especializado en ITS, las explica.

1. Es la única vacuna disponible que puede proteger contra el desarrollo de determinados tipos de cáncer, tanto a hombres como a mujeres. Se ha demostrado que todos los cánceres de cuello de útero en la mujer (100%) y verrugas anogenitales, la mayoría de los cánceres del área anogenital en el hombre y en la mujer (90% cáncer de ano, 70% cáncer de vagina, 40% cáncer de pene, 40% cáncer de vulva) y un 70% de los cánceres de cavidad oral y faringe en ambos sexos se deben a una infección persistente del VPH. La ampliación del programa, por tanto, tiene como objetivo proteger a más chicos y chicas de padecer cánceres asociados al VPH, como los cánceres orofaríngeos y cánceres anales y genitales.
2. La vacuna del VPH es una de las más efectivas del mundo, especialmente si no se ha producido la infección y esto solo puede asegurarse cuando aún no se han iniciado las relaciones sexuales. Por esta razón se vacuna a los preadolescentes. Existen datos inequívocos que demuestran una eficacia superior al 99% cuando se administra a mujeres y hombres que no han sido expuestos al VPH. La efectividad puede ser menor en personas de riesgo para infección por VPH (como las que tienen múltiples parejas sexuales a lo largo de la vida), o aquellas que han tenido una infección previa por algún tipo de VPH o tienen el sistema inmunológico comprometido.
3. Una cuestión de equidad que beneficia a todos. Hasta ahora se vacunaba solo a las chicas porque el cáncer de cuello uterino es el cuarto más frecuente en mujeres. Además, se consideraba que al vacunar a las chicas indirectamente se extendía la protección a ellos también. Pero los datos disponibles de incidencia, en general, revelan que la infección por VPH en los hombres, jóvenes y adultos, es elevada, porque ellos se hacen menos revisiones de control, por lo que probablemente aún hay más casos de los que se cree. Además, las relaciones homosexuales entre jóvenes quedaban fuera de ese “paraguas”. Por ello, su administración en chicos responde a criterios de equidad e igualdad al conferir una protección directa a ellos también.
4. La edad de inicio de la primera relación sexual ha descendido en Cataluña y se sitúa en 13,8 años, según un estudio realizado por la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC).
5. El VPH es una infección que se transmite muy fácilmente: se calcula que el 80% de la población sexualmente activa se ha contagiado o la contraerá en algún momento de su vida. Habitualmente, no provoca ningún daño, porque nuestras defensas pueden eliminar la infección, pero algunas veces la infección permanece varios años y puede ocasionar lesiones importantes.
6. La precocidad sexual y el número de parejas sexuales son los dos factores asociados a mayor riesgo de infección. Algunos preadolescentes se inician en las relaciones sexuales de forma precoz y es habitual que los adolescentes y jóvenes tengan un mayor número de parejas sexuales. En cambio, las personas que tienen una relación estable y monógama son muy poco susceptibles de adquirir una nueva Infección por VPH.
7. El consumo de tabaco -muchos adolescentes inician en el hábito a partir de los 15-17 años- aumenta el riesgo de lesiones de VPH persistentes, y se relaciona con el incremento de riesgo de cáncer orofaríngeo en hombres y mujeres y cáncer de cuello de útero en la mujer
8. La infección no siempre provoca síntomas. En la mayoría de los casos, las defensas de nuestro organismo la combaten y pasa desapercibida. Así que se puede ser portador y contagiarla sin saberlo.
9. Cualquier práctica sexual puede favorecer el contagio, no es necesaria la penetración. La infección por VPH puede transmitirse por cualquier contacto directo piel con piel y se localiza frecuentemente en dedos, manos, boca y genitales. Esto significa que el VPH también se puede transmitir a través de relaciones sexuales orales u otro tipo de contacto directo con la zona genital o anal durante cualquier tipo de actividad sexual.
10. Eficacia demostrada. Actualmente, las vacunas administradas en Cataluña protegen contra 9 de los más de 100 tipos de VPH existentes y representan el 90% de protección contra el cáncer de cuello uterino y el 90% de las verrugas anogenitales. La vacunación en chicas a los 11-12 años empezó a implementarse el curso 2007-08 y provocó la disminución de más del 60% de la incidencia de las verrugas anogenitales en chicas de entre 16 y 19 años, una década después. Esta vacunación ha dado protección indirecta en chicos y hombres, con la reducción de un 4-6% de las verrugas genitales y la reducción de ciertos genotipos, a la vez que ha dado también protección indirecta a chicas y mujeres no vacunadas.
11. No hay ningún test de anticuerpos que pueda determinar si una persona es inmune o tiene una mayor susceptibilidad de contraer la infección, por lo tanto, la vacunación es muy importante