Tener náuseas es un síntoma muy común en el embarazo. Afecta a 1 de cada 3 mujeres. La causa no se conoce exactamente, aunque se asocia a los cambios hormonales. En general, son más frecuentes en el primer mes de embarazo y suelen alargarse hasta las 14 o 16 semanas, aunque pueden durar más.

En ningún caso afectan al bebé, a no ser que provoquen una pérdida de peso importante, como sucede con el vómito intenso. Pero eso, por suerte, ya no es tan frecuente.

De todos modos, no te desanimes. Hay fármacos específicos, aunque debe ser el médico quien indique cuál puede ser el más adecuado en cada caso y haga el seguimiento. Además, existen algunos remedios naturales y medidas que puedes poner en práctica para prevenirlas o disminuir su frecuencia o efectos.  

Aquí tienes algunas propuestas que recomienda Natalia Pérez Llauradó, responsable de la Unidad de Nutrición de Dexeus Mujer en Reus:

  1. Evita las comidas copiosas. El proceso de digestión es más lento y largo, lo que favorece las náuseas. Hay que evitar también la sensación de pesadez en el estómago.
  2. Picar algo cada 2 o 3 horas. En general se aconseja comer menores cantidades de alimento, pero más frugales y de fácil digestión, y de forma más continuada, para evitar que el estómago esté vacío muchas horas.
  3. Jengibre rallado e infusiones. Se ha comprobado que ayuda a reducir las náuseas. Hay que eliminar la piel, y rallarlo por encima de ensaladas y otros platos, como cremas. En infusión o galletas también es efectivo.
  4. Elimina de la dieta los alimentos que por su textura o su olor te resulten desagradables. Los cambios hormonales pueden hacer que alimentos que antes nos gustaban no nos apetezcan o al revés. En general, se aconseja no comer alimentos picantes o muy aderezados con especias, ni los que desprenden olores fuertes, como la cebolla, el queso, el pescado o la leche (puede pasar en algunos casos). También los que por su textura nos provoquen rechazo.
  5. Evita los alimentos ricos en grasas, como los quesos muy curados, fritos, rebozados, alimentos procesados, bollería y repostería industrial. Se digieren de forma más lenta, mantienen el estómago lleno más tiempo y favorecen la aparición de náuseas.
  6. Toma alimentos de forma líquida y en frío: cremas de verduras, sopas, gazpachos, gelatinas… Los alimentos calientes provocan más náuseas porque se mantienen más tiempo en el estómago.
  7. Si hay vómitos, puedes tomar bebidas isotónicas y zumos, que ayudan a prevenir un descenso en los niveles de azúcar.

Sugerencias de alimentos

Antes de levantarte: si tienes muchas náuseas por la mañana puedes comer una galleta de jengibre o un poco de pan tostado.
Para picar entre horas: una tostada con un poco de aceite de oliva virgen, un yogur natural, una pieza de fruta, un puñadito de frutos secos tostados (se digieren mejor que si están crudos), palitos de zanahoria cruda…
Para comer: una ensalada completa (mezcla de hojas, tomate, espárragos, zanahoria rallada, etc., huevo duro y un puñado de arroz integral), hummus de garbanzos o berenjena con unas gotitas de limón y crudités, tortilla de verduras (calabacín, berenjena, alcachofas…) mejor sin cebolla o una tortilla francesa con tomate, queso fresco tipo mozzarella (ni burrata ni quesos crudos o blandos), verduras al horno aliñadas con aceite de oliva virgen, pescado blanco a la plancha o al horno…
Para cenar: una crema de verduras sin nata, sopa casera (no de tetrabrik) o una ensalada, seguido de un plato que aporte proteínas de calidad.
De postre: manzana al horno con canela, yogur natural, una pieza de fruta.