Hoy se celebra el Día Mundial de la Preeclampsia. Se trata de una enfermedad que puede aparecer a partir de las 20 semanas de embarazo, en el parto o después del parto. Seguro que has oído hablar de ella. Se caracteriza por tensión alta y en muchas ocasiones presencia de proteínas en la orina, o alteraciones en la analítica de sangre. Su causa no está clara, pero puede afectar a la salud materna y también al desarrollo del bebé, ya que dificulta el suministro de oxígeno y nutrientes al feto a través de la placenta. En la madre puede causar trastornos cardiovasculares y problemas renales o del hígado.
Existen diversos factores de riesgo que pueden predisponer a su aparición, que es importante que el médico tenga en cuenta al inicio del embarazo. En Dexeus Mujer contamos con una Unidad de Asesoramiento Pregestacional que se aconseja en el caso de que tengas hipertensión crónica u otros problemas de salud maternos que puedan provocar complicaciones en el embarazo y el parto. Su objetivo es ofrecer un plan personalizado para conseguir que la paciente consiga un estado de salud óptimo antes de quedarse embarazada. “Hoy en día, además, existe un test en primer trimestre que permite saber si tienes riesgo de desarrollar una preeclampsia precoz, es decir, antes de las 34 semanas. Si es así, tu ginécologo/a” te recomendará que empieces a tomar aspirina a dosis 150 mg para prevenir su aparición”, explica la Dra. Raquel Mula, especialista en Embarazos de Alto Riesgo y medicina fetal de Dexeus Mujer.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo más importantes son:
- Obesidad
- Hipertensión arterial crónica
- Antecedente de preeclampsia en un embarazo previo
- Enfermedades del riñón
- Enfermedades autoinmunes
- Diabetes pregestacional
- Embarazo gemelar
Si presentas alguno de ellos o el test de primer trimestre indica que tienes un riesgo alto de preeclampsia, a partir de las 20 semanas de embarazo deberás estar atenta a la aparición de posibles signos indicativos y controlar tu tensión arterial de forma periódica.
Síntomas de alerta
Asimismo, si notas alguno de estos síntomas, consulta a tu ginecólogo/a para que haga una valoración:
- Hinchazón excesiva de manos, pies o cara: son consecuencia de una acumulación de líquido en los tejidos maternos debido a la lesión del endotelio materno (células que recubren los vasos sanguíneos) que provoca la preeclampsia.
- Aumento rápido de peso: unos 2kg en una semana, por ejemplo. Se relaciona con el edema generalizado.
- Dolor fuerte de cabeza o problemas de visión, como, por ejemplo: visión doble, visión borrosa o ver lucecitas.
- Vómitos o dolor en la parte alta del abdomen: están relacionados con la afectación del hígado.
- Disminución de la cantidad de orina: está relacionado con la afectación del riñón.
Y si se presenta, ¿qué solución hay?
En general, se recomienda finalizar la gestación para evitar riesgos, tanto para la madre como para el bebé, pero dependerá del momento de aparición. Si aparece pasadas las 37 semanas, se recomendará provocar el parto. Si se presenta antes de las 37 semanas, se intentará esperar en función de si se acompaña de signos de gravedad. Se tendrá que controlar la tensión arterial materna y realizar analíticas periódicas. También deben hacerse controles ecográficos para comprobar el bienestar fetal. Es posible que te prescriban medicamentos antihipertensivos y te recomienden hacer algo de reposo.
Si es necesario, los médicos pueden indicar el ingreso hospitalario para realizar un mayor control e iniciar algunos tratamientos con el fin de prevenir complicaciones y se requerirá un parto prematuro.
Como ya hemos comentado, la preeclampsia también puede aparecer después del parto. En estos casos, también deberás realizar controles regulares y seguir un tratamiento hasta que la tensión se normalice.
Recuerda: si deseas ser mamá, aunque te encuentres bien de salud, siempre es aconsejable que pidas una visita previa antes de quedarte embarazada para informar a tu ginecólogo/a, con el fin de que te haga una revisión general y pueda valorar cualquier riesgo.