En general, los bebés cambian de postura y se mueven dentro de la bolsa amniótica durante todo el embarazo. Pero a medida que aumentan de tamaño y se acerca el momento del parto suelen colocarse en una posición concreta, que, en un 95% de los casos, es con la cabeza hacia abajo. En términos médicos, esta posición se denomina «presentación cefálica» y es la mejor para nacer.
Pero también pueden presentarse en posición transversal o sentados, con los pies cruzados sobre la pelvis, lo que puede provocar complicaciones en el momento del parto. Por ello, la mayoría de los ginecólogos/as optan por practicar una cesárea en estos casos para evitar riesgos innecesarios.
A algunas mujeres les cuesta asumir este hecho y suelen pedir al equipo médico que espere hasta el último momento por si el bebé «se gira» de forma espontánea. Pero es algo que no suele ocurrir, a no ser que se intervenga manualmente, lo que no siempre es posible ni está indicado. Así que la última palabra siempre la tiene el equipo médico, que es quien asume la responsabilidad de asistir el embarazo y el parto y velar por la salud materna y fetal. Sin embargo, es un tema que siempre plantea dudas. En este post, el Dr. Bernat Serra, consultor del Servicio de Obstetricia de nuestro centro, responde algunas preguntas frecuentes.
¿A partir de qué semana el bebé se coloca en posición para nacer? En general, y sobre todo en el caso de las madres primerizas suele colocarse en presentación cefálica hacia los siete meses (alrededor de las 30 semanas) y encajarse en la pelvis hacia los ocho meses (35 semanas).
¿Es cierto que, si la madre no es primeriza, puede tardar más? Sí, en el caso de las mujeres que ya han sido madre puede que el bebé no se encaje hasta la semana 40 y también hay más probabilidades de que el niño se presente de nalgas o en una situación transversa, o se coloque en posición cefálica cuando solo faltan unos días para el parto. Este hecho se explica porque los músculos uterinos y abdominales de la madre están más distendidos, lo que facilita que este se mueva.
¿En primerizas también puede venir de nalgas? Sí, y normalmente si en la semana 36 aún no se ha girado es poco probable que cambie de posición en el último momento.
¿En qué casos está indicado o se puede intentar darle la vuelta? Esta maniobra se denomina versión externa y consiste en facilitar el giro del feto ejerciendo presión externa sobre el abdomen de la madre mediante las manos del obstetra guiadas por ecografía. En general, consigue revertir la posición fetal en aproximadamente un 50 por ciento de los casos. Cuando las nalgas están muy encajadas difícilmente se consigue la versión. Se suele recomendar, siempre que no esté contraindicada, tras la ecografía del tercer trimestre, que se realiza aproximadamente en la semana 35-36.
¿Es peligroso intentarlo? No es peligroso, pero debe hacerlo una persona experta y puede resultar molesto, porque los movimientos, aunque suaves, deben ser firmes. Además, no se puede practicar en todos los casos ya que deben darse unos determinados requisitos: solo se puede plantear en partos de un único bebé y mujeres que no tengan contraindicaciones para el parto vaginal ni placenta previa, malformaciones uterinas, preeclampsia grave, infecciones u otros factores que impliquen un compromiso fetal. Para aumentar las posibilidades de éxito de la maniobra, se utilizan medicamentos que inhiben las contracciones y relajan el útero.
¿Cuándo puede plantearse su realización? Dado que el feto aún puede girarse solo hasta fases relativamente avanzadas de la gestación, recomendamos plantear la versión hacia las 37 semanas de embarazo, en que es más difícil que se produzca y es poco probable que la mujer se haya puesto de parto antes de realizarla.
¿Precisa de un ingreso hospitalario? Debe realizarse en la sala de partos y es necesario disponer de un ecógrafo, pero una vez realizada, o si no se consigue, la mujer puede volver a casa y esperar a que el parto se produzca de forma espontánea.
¿Qué porcentaje de bebés se presentan de nalgas y por qué no se giran espontáneamente? Las presentaciones de nalgas suponen aproximadamente un 3-4% de los embarazos en la semana 37, es decir 1 de cada 25-30 mujeres tendrá un bebé en posición de nalgas a término. En ocasiones puede haber una causa que dificulte al feto colocarse boca abajo, como la presencia de miomas, una malformación uterina, placenta previa, embarazo múltiple, poca cantidad de líquido amniótico, etc., o que le impide girar (cordón corto o enrollado, malformaciones uterinas, cicatrices y adherencias uterinas…). Por ello el equipo médico del centro, que conoce el historial de cada paciente, es quien debe decidir si es posible plantear realizar un intento de versión externa.
¿Hay algo que la madre pueda hacer para favorecer que el bebé se encaje antes o se coloque en posición cefálica? Hasta ahora no se ha demostrado que ningún ejercicio materno incremente la probabilidad que el feto se gire solo.
¿Es verdad que la acupuntura puede ayudar a que se gire espontáneamente? Se ha observado que en algunos casos la moxibustión puede favorecer el giro del bebé, pero no se dispone de estudios científicos lo suficientemente amplios y que valoren diversos parámetros para corroborar la indicación y efectividad de esta técnica para lograr este fin.
¿Es verdad que si la bolsa amniótica tiene mucho líquido, el bebé se mueve más? Sí, porque dispone de más espacio, un hecho que le permite moverse y voltearse con más facilidad. También el tamaño de la pelvis materna puede determinar la capacidad de colocarse en presentación cefálica que tiene el bebé dentro del útero.
Esperamos que esta información te haya resultado útil, pero recuerda que cada embarazo y parto es distinto y sus circunstancias también, así que debes consultar siempre tus dudas directamente a tu ginecólogo/a.