La diabetes gestacional (DG) es un tipo de diabetes que se diagnostica por primera vez durante el embarazo. Al igual que el resto, es una alteración metabólica que provoca un aumento de los niveles de glucosa en sangre. Por suerte, es poco frecuente: se da solo en un 5% de los embarazos, y suele desaparecer tras el parto. Además, su tratamiento es más fácil que en el caso de la diabetes pregestacional y muchas veces se reduce a un cambio de hábitos dietético.

Sin embargo, es importante mantenerla bajo control y hacer un seguimiento tanto durante el embarazo como en el posparto. En este post la Dra. Anna Boguñá, ginecóloga de la Unidad de Embarazo de Alto Riesgo de Dexeus Mujer, explica todo lo que debes saber sobre esta patología.

¿Por qué aparece y hay algún factor de riesgo?

Las hormonas que se producen en el embarazo dificultan la acción de la insulina, una hormona que produce el páncreas. Esta hormona se ocupa de redistribuir la glucosa desde la sangre hasta las células, que la utilizan para producir energía. Si la insulina no hace bien esta función, la glucosa se acumula en la sangre provocando hiperglucemia.

Los factores de riesgo son:

-Ser mayor de 35 años.
-Tener sobrepeso o un Índice de Masa Corporal (IMC) >30, obesidad.
-Antecedentes de diabetes gestacional en anteriores embarazos.
-Trastornos en el metabolismo de la glucosa (como ocurre en el síndrome del ovario poliquístico).
-Sospecha de diabetes gestacional previa no diagnosticada: peso fetal mayor a 4 kg.
-Antecedentes familiares de Diabetes Mellitus en familiares de primer grado.
-Etnia de riesgo (sudeste asiático, latinas, norteafricanas).

¿Hay alguna medida que ayude a prevenirla?

Para reducir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional se aconseja mantener un peso adecuado, seguir una buena alimentación y practicar algún tipo de actividad física como mínimo un año antes del embarazo.

¿Cómo se detecta y qué tratamiento hay que seguir?

En el protocolo de seguimiento médico del embarazo se incluye una prueba de cribado que se realiza a todas las gestantes en el segundo trimestre -entre las 24 y 28 semanas-. Se denomina el Test O’Sullivan. En pacientes con factores de riesgo, se hace un estudio previo en el primer trimestre. El Test O’Sullivan consiste en la administración por vía oral de 50 g de glucosa y la determinación de la glucemia 1 h más tarde. Si el Test O’Sullivan tiene un valor por encima de 140, se considera patológico y hay que hacer otro test de tolerancia oral a la glucosa (TTOG). El TTOG consiste en la administración de 100 g de glucosa y la determinación de la glucemia en 1 h, 2 h y 3 h más tarde. Si el TTOG tiene un valor alterado habrá que repetir la prueba a las 2-3 semanas. Si hay 2 o más valores alterados se considera diagnóstico de DG.

El tratamiento de cualquier tipo de diabetes se basa en intentar mantener el nivel de azúcar en sangre hasta llegar a los rangos normales. Por ello, la gestante con DG debe hacer control de glicemias (en ayunas y 1h posterior a cada comida principal). Se recomienda seguir una dieta baja en hidratos de carbono, fraccionar la dieta en seis comidas y hacer ejercicio moderado a diario. También se realiza un seguimiento del estado de salud del bebé mediante un control del crecimiento con ecografías y en el índice de líquido amniótico. En algunos casos es posible que esté indicado inyectarse insulina, Pero tranquila, la insulina no perjudica al feto ni a la madre.

¿Puede tener algún impacto sobre el bebé?

La diabetes gestacional puede provocar complicaciones obstétricas y tener un impacto negativo sobre el bebé si no se controla. La mayoría de los bebés nacen sin ningún problema de salud importante, aunque sí suelen tener más peso y son más propensos a tener hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre) los primeros días.

Si no se detecta, o no se trata hay más riesgo de que la madre pueda desarrollar hipertensión y preeclampsia, o que el bebé presente macrosomía o un tamaño grande para la edad gestacional, con los riesgos que ello comporta (como la distocia de hombros en el parto).

También puede provocar un aumento del líquido amniótico, un mayor riesgo de mortalidad intrauterina, distrés respiratorio en el bebé y otras complicaciones. Si la hiperglucemia se produce durante la etapa del desarrollo embrionario hay un mayor riesgo de aborto y de anomalías congénitas.

¿Qué probabilidades hay de que la diabetes se vuelva a repetir en un segundo embarazo o se mantenga tras el parto?

Después del parto los niveles de azúcar suelen volver a la normalidad, aunque se recomiendan controles de seguimiento con el médico. Por eso, a partir de las 6-8 semanas posparto (si no hay lactancia materna), o bien una vez finalizada la lactancia materna se hará una nueva prueba de tolerancia a la glucosa.

Aunque la diabetes desaparezca, las gestantes que la han tenido tienen un mayor riesgo de desarrollar una diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico o enfermedad cardiovascular. Por ello es importante que sigan un estilo de vida saludable y eviten el aumento de peso. También aumenta la probabilidad de volver a desarrollarla en futuras gestaciones (1-2 casos/3), por lo que es importante un control más estrecho para poder hacer un diagnóstico precoz.