Si amamantar no siempre resulta fácil, el destete también plantea muchas dudas. Pero con ayuda, paciencia y una buena organización, se puede lograr. Es verdad que, a menudo, cuesta tomar la decisión, pero es un momento que siempre llega así que hay que estar preparada y, sobre todo, pensar que es un proceso natural y no echarse atrás ni sentirse “culpable”.
A su favor, hay que decir que muchos bebés no tienen ningún problema. Eso sí, sus deposiciones serán diferentes, más espesas y – para que no te pille por sorpresa- también huelen peor. Además, es probable que al principio esté más estreñido, así que estate atenta y consulta cualquier irregularidad con el pediatra.
Otra cuestión es cómo te organizas tú para ir regulando la producción de leche durante esta etapa hasta que cese de forma natural. En general, si el bebé deja de succionar se va reduciendo de forma progresiva. Pero hasta que todo se reajuste, lo que se suele hacer es recurrir a la extracción, sea con sacaleches o natural. De entrada, puede que no te entusiasme, pero una vez le coges el truco es muy fácil y te aliviará. Además, así dispones de leche materna para que la transición sea menos brusca.
La leche materna se puede congelar e ir alternando las tomas de biberones con la leche de fórmula. Existen bolsas específicas con cierre hermético que te irán muy bien para congelarla y es importante indicar la fecha de la extracción para controlar que no se estropeen y también su composición, que puede ir variando.
Otro aspecto importante es la edad del bebé: si tiene menos de un año, el destete puede resultar algo más difícil, porque es posible que le cueste aceptar la tetina, así que tendrás que practicar: paciencia e ir probando. Si tienes pareja, puedes implicarle desde el día uno en el proceso para que te ayude con las tomas de leche artificial y tú dispongas de más tiempo para descansar y vaciar el pecho. Sino, puedes pedir ayuda a un familiar de confianza que conozca al bebé.
Si tu hijo/a tiene más de un año, el problema es diferente. Puede que acepte peor la tetina. De hecho, a partir del año ya no la necesita y puede incluso beber la leche preparada en vaso. Otro hándicap: también sabe dónde está la teta y es posible que la busque o te la pida porque le cueste renunciar a ese contacto íntimo directo contigo cuando necesita relajarse o sentirse protegido.
Para saber cómo debes introducir la leche de fórmula en la alimentación de tu bebé, consulta a tu pediatra. Te dará información sobre los diferentes tipos de leche y de cómo preparar el biberón. Recuerda que la lactancia artificial también es a demanda del bebé, tanto en cantidad como en las tomas, por lo que se asemeja a la alimentación con el pecho.
A continuación te ofrecemos algunos consejos con la ayuda de Alba Padró, consultora internacional de lactancia (IBCLC), que forma parte del equipo de LactApp, una aplicación que se puede descargar de forma gratuita y que permite consultar y resolver dudas online sobre la lactancia de manera personalizada y en cualquier momento, con el apoyo de comadronas expertas en lactancia.
Si tu bebé tiene menos de un año
Los primeros días es posible que no lo acepte, así que paciencia y repetición:
- Intenta ofrecer primero tu leche en diferido para que acepte el nuevo método de alimentación: un vaso, un vaso de inicio, una botella tipo deportista o en biberón (lo que veas que se adapte mejor).
- Si le cuesta aceptar la tetina, busca el momento en que esté relajado, sin demasiada hambre ni demasiado sueño. Intenta ofrecerle el biberón colocándolo sentado en tu regazo y mirando hacia adelante, de manera que no pueda girar la cara en busca del pecho.
- Calienta un poco la tetina, a veces les ayuda.
- Si después de unas semanas no hay manera, intenta otro método para darle leche que no sea el biberón, como un vaso de inicio o botella tipo deportista, que ya hemos comentado en el primer punto.
- Eliminar la toma de leche materna por la noche es complejo y va a necesitar comer. Debe aprender a conciliar el sueño por sí mismo. Eso sí, necesitará mimos y algunos extras para que se duerma.
Y si tiene más de un año
- Ya no es necesario ofrecer biberón. Le puedes dar leche en un vaso o un vaso de inicio si es de noche.
- Utiliza ropa que no facilite tanto el acceso al pecho.
- Intenta modificar todas tus rutinas. Puedes, si es necesario, estar más horas en el parque o fuera de casa para buscar distracciones “atractivas” para que no pida teta.
- Cambia también algunos hábitos en casa para evitar los lugares en los que le das el pecho.
- Es posible que se desespere y proteste mucho si no le ofreces el pecho, en esos casos cuenta con la ayuda de tu pareja o busca apoyo de personas de confianza de tu familia.
- Si tiene entre uno y dos años, puede ser más difícil que acepte el sabor de la leche de fórmula. Prueba con derivados lácteos, que suelen aceptar más.