En España hay casi dos millones de familias monoparentales. No es nada nuevo, porque siempre han existido. Pero su número, proporcionalmente, ha crecido mucho y progresivamente en los últimos años por el retraso de la maternidad y la aparición de los nuevos modelos de familias, entre otras razones. Además, cada vez son más las mujeres sin pareja que optan por ser madres con la ayuda de las técnicas de reproducción asistida.
Según los datos de la última Encuesta continua de hogares del INE, correspondiente al año 2020, de los casi dos millones de hogares compuestos por familias monoparentales, la mayoría están formadas por un padre o madre viudo o viuda. Le siguen los formados por un padre o madre divorciado/a. Pero la cifra de hogares monoparentales en los que el padre o la madre son solteros/as supera a la de separados/as: 271.500 frente a 175.000, y en el grupo de los hogares en los que el progenitor es un adulto soltero, en un 86% el adulto es una mujer. En Cataluña los datos son similares: de los 314.200 hogares formados por familias monoparentales, 48.900 son adultos solteros/as con hijos a cargo y el porcentaje de mujeres en este caso también supera al de los hombres: 37.900 hogares (77,5 %) frente a 11.000 (22,5%).
Esta semana se celebra el Día Internacional de la Familias. La fecha fue establecida por las Naciones Unidas para reivindicar el papel que juega esta unidad social en la educación de los menores de edad y sus oportunidades de desarrollo. ¿El objetivo? que nadie “se quede atrás”.
En el caso de las familias monoparentales, el principal problema es que los ingresos familiares sean insuficientes y ello comporte una situación de exclusión social o de riesgo de pobreza. Por ello existen diversas prestaciones y deducciones fiscales, tanto desde el punto de vista institucional como de las administraciones públicas, para proteger a estos hogares y los derechos de los menores. Aunque varían en función de las comunidades, el nivel de renta, el número de hijos que se tenga a cargo y su edad. Por ello muchas asociaciones y entidades que representan los derechos de estas familias siguen reclamando mejoras.
Desde hace unos años, en algunas comunidades autónomas se concede un carnet específico o certificación de “familia monoparental” que incluye ventajas. En España se puede solicitar por ejemplo en Cataluña, la Comunidad Valenciana, Aragón, Galicia, Murcia y Baleares, y en algunas comunidades, como la Rioja, Navarra y Castilla León, se han introducido incluso regulaciones específicas para favorecer a estas familias. No obstante, falta una regulación a nivel estatal que reconozca a las familias monoparentales, y más medidas que faciliten la conciliación entre la vida laboral y familiar.
La nueva Ley de Protección a las Familias, que se está tramitando actualmente, prevé introducir algunas medidas muy esperadas, como nuevos permisos retribuidos de varios días para cuidar a un familiar por enfermedad, hospitalización o que requiera reposo en casa. Sin embargo, no contempla otras medidas que hace tiempo que reclaman las asociaciones, como la ampliación del permiso de maternidad o paternidad por nacimiento, que actualmente pueden disfrutar las familias con dos progenitores, y excluye de algunas ventajas a las familias monoparentales que solo tienen un hijo a cargo. Por ello, la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS) ha presentado diversas enmiendas a la nueva ley, con el objetivo de conseguir una protección más efectiva.
De cara al futuro, es muy probable que el número de familias monoparentales siga creciendo, por lo que hay que seguir abriendo camino.
¿Dónde puedo pedir información?
Si estás pensando en ser madre en solitario o ya lo eres, esperamos que este post te haya resultado útil. Si quieres ampliar la información, puedes consultar las ayudas oficiales o contactar con alguna asociación especializada. En este post te facilitamos algunos enlaces:
Este artículo sobre las familias monoparentales es muy informativo y relevante en la actualidad. Me gustó cómo abordó el tema desde diferentes perspectivas y ofreció datos concretos para respaldar sus afirmaciones.
Es reconfortante ver que el artículo destaca los desafíos y las fortalezas de las familias monoparentales, y rompe con los estereotipos negativos que a menudo se les atribuyen. Además, se abordan aspectos importantes como la crianza, el apoyo emocional y las redes de apoyo disponibles para las familias en esta situación.
También me gustó que el artículo proporcionara recursos y consejos prácticos para las familias monoparentales, como la importancia de la organización, la comunicación abierta y la búsqueda de ayuda cuando sea necesario. Estos consejos son muy valiosos para aquellos que están criando a sus hijos solos.