Cuando falla un tratamiento reproductivo, las preguntas que nos hacemos son: ¿qué ha pasado? y ¿cuándo podré hacer otro intento?
Evidentemente, ante un fracaso hay que hacer una valoración de las posibles causas que no han permitido el éxito. Pero, muchas veces, un resultado negativo no supone que tengamos que hacer un estudio específico para conocer el motivo. No todos los embriones van a implantar y el resultado negativo no obliga a buscar la causa. La valoración por parte del equipo (ginecólogos, andrólogos y embriólogos…) permitirá saber si es necesario hacer algunas pruebas complementarias específicas para ampliar el diagnóstico de la no implantación. Pero, por desgracia, de momento aún no tenemos respuesta para todos los fracasos.
Si es tu caso, es normal que te dé un bajón, pero aunque los tratamientos de reproducción tienen una tasa alta de éxito, con frecuencia es necesario realizar más de un intento para conseguir un embarazo. Los especialistas lo saben y de hecho entra dentro de lo que se considera “normal”, porque la tasa de embarazo no deja de ser un dato estadístico. Las circunstancias de cada persona y de cada embrión son diferentes en cada intento y en cada tratamiento.
Por ello, ante un fracaso reproductivo los equipos multidisciplinares de reproducción siempre van a intentar recabar la máxima información para tratar de evitar que se repita el problema en un nuevo intento. Eso da paso a la otra pregunta clave: ¿cuánto hay que esperar para volverlo a intentar?
La respuesta depende de cada caso y hay muchos factores que se deben valorar:
- Si la paciente dispone de más embriones de calidad o debe iniciar un nuevo tratamiento de estimulación ovárica hormonal
- Si se ha logrado un embarazo, pero se ha producido un aborto de forma espontánea
- Si hay antecedentes previos de abortos de repetición
- Si el problema se ha debido a un fallo implantación
- En el caso de pérdida gestacional, la situación también será diferente si esta se ha producido antes o después de las primeras 20 semanas de gestación
- Por otro lado, la edad materna, el historial clínico y el estado de ánimo y emocional de la paciente también son factores importantes que hay que tener en cuenta
La opinión médica es muy importante a la hora de tomar la decisión, ya que los médicos conocen cada caso y su evolución. Pero la decisión final de reiniciar el tratamiento o de cuándo llevar a cabo un nuevo intento depende de la paciente y de su pareja, siempre, eso sí, que no existan riesgos o circunstancias médicas que lo desaconsejen.
“En general, si consideramos que no debemos hacer ningún estudio complementario y disponemos de embriones vitrificados de calidad, podemos organizar una nueva transferencia de forma inmediata. Otra cosa distinta es si se ha producido un aborto tras técnica de reproducción asistida, en ese caso a los tres meses podemos reiniciar el tratamiento. Evidentemente si se debe realizar algún estudio complementario para conocer la posible causa del aborto este periodo podría alargarse», explica el Dr. Buenaventura Coroleu, consultor senior del Servicio de Medicina de la Reproducción de Dexeus Mujer.
Si se trata de una inseminación artificial realizada en el curso de un ciclo natural o con estimulación suave, no hay que esperar nada. Se puede realizar un nuevo intento en la siguiente ovulación.
En resumen: un primer fracaso no significa que estemos delante de un fallo de implantación. Por lo que podríamos activar un nuevo procedimiento sin necesidad de hacer nuevos estudios ni dejar pasar un tiempo de descanso. Pero, evidentemente, siempre hay que valorar de forma personalizada y tranquila el siguiente paso.