España es uno de los países con una mayor esperanza de vida. En el caso de las mujeres alcanza los 85,8 años. El clima, la dieta mediterránea, la cobertura pública de la atención sanitaria y los vínculos sociales y familiares son factores que ayudan. Sin embargo, lo que importa no es vivir más años, sino poder disfrutarlos, es decir: tener calidad de vida. Algo que no siempre ocurre. En parte, porque no nos cuidamos lo suficiente: el estrés, una dieta inadecuada, el sedentarismo, la falta de horas de sueño o el consumo de tabaco o alcohol son factores que van haciendo mella en nuestra salud. En el caso de las mujeres, además, con los años aumenta el riesgo de algunos tipos de cáncer (colon, mama) y otros problemas, como trastornos cardiovasculares, metabólicos, hormonales o genitourinarios, a los que se suma la pérdida progresiva de masa muscular, el mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas, la osteoporosis…
Por ello es fundamental cuidarse, a cualquier edad, y ser consciente de que disfrutar de una buena salud es algo que también depende de nosotras. Hacerse chequeos regulares de control y reforzar la prevención son algunas estrategias. En este sentido, la atención a la salud ginecológica y sexual merece un lugar destacado. Así que, con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, animamos a todas las mujeres a tomar la iniciativa. ¿Te apuntas?
Aquí tienes algunos consejos de nuestro equipo médico:
- Si eres joven y nunca has ido al ginecólogo/a, pero ya tienes relaciones sexuales, pide hora. Es útil para hacer una primera valoración de tu salud sexual y reproductiva, asesorarse sobre anticonceptivos y prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS). A partir de los 25 años y hasta los 75, en que empieza a disminuir el riesgo de cáncer de mama y ovario, se aconseja hacer una revisión ginecológica anual.
- Si tienes relaciones sexuales dolorosas u otras disfunciones sexuales, consulta a un ginecólogo/a especialista en sexualidad. Las causas pueden ser múltiples: vaginismo, infecciones, enfermedades de transmisión sexual, contracturas, desajustes hormonales, experiencias negativas previas… No lo dejes pasar.
- Estate atenta a cualquier irregularidad menstrual o cambios en el flujo vaginal. Consúltalo. Puede indicar la presencia de otros problemas de salud.
- Protégete contra el virus del papiloma humano (VPH). Si tienes menos de 45 años y no te has vacunado, hazlo. Ayuda a prevenir el cáncer de cuello cervical. Consulta a tu médico.
- Si no tienes una relación estable o no sabes si tu pareja está libre de ITS utiliza siempre y desde el inicio medidas de protección contra ITS, como el preservativo. Las ITS no siempre provocan síntomas, pero si no se tratan o se detectan a tiempo, pueden tener un impacto importante en tu salud y/o afectar al sistema reproductivo y causar problemas de infertilidad.
- Si has tenido una relación sexual de riesgo, hazte un chequeo de ITS. En nuestro centro tenemos un servicio en el que te atendemos en un margen de 24 horas.
- Averigua cómo está tu suelo pélvico. Consulta a un/a fisioterapeuta. Mantener un buen tono muscular es fundamental para prevenir trastornos de incontinencia, prolapso genital y disfunciones sexuales.
- A partir de los 50, hazte una mamografía cada año o cada dos años. Es una prueba de imagen por rayos X que permite diagnosticar cualquier patología en la mama, y especialmente sensible para detectar el cáncer de mama. A veces es necesario complementarla con una ecografía mamaria.
- A partir de los 40, cuida tu salud cardiovascular. Controla tu colesterol y tu presión arterial de forma regular, evita ganar peso, tonifica la musculatura y aliméntate de forma saludable.
- Si ya no tienes las reglas, hazte una densitometría. A partir de la menopausia se acelera progresivamente la pérdida de masa muscular y ósea. Es una prueba indolora que permite determinar la densidad mineral de los huesos y, así, diagnosticar la osteoporosis o valorar el riesgo de fracturas.
- Si tienes trastornos asociados a la menopausia, no te resignes. Atrofia vaginal, sofocos, problemas para dormir, aumento de peso, dolor en la penetración, falta de lubricación o sequedad vaginal, son algunos síntomas. Consulta con tu ginecólogo/a la posibilidad de realizar un tratamiento hormonal (TH) u otros tratamientos que contribuyan a mejorar tu calidad de vida. «Hay muchas opciones. Lo más importante es valorarlo para decidir cuál puede ser el mejor en cada caso», explican los médicos de la Unidad de Ginecología Regenerativa, estética y funcional de Dexeus Mujer.
- Haz ejercicio cada día. Nadar y caminar son dos buenas opciones, porque son ejercicios muy completos y recomendables a cualquier edad. Pero puedes practicar el que más te guste. Lo que importa es ser constante. Los deportes de impacto hay que vigilar, pueden favorecer el desarrollo de problemas en el suelo pélvico si no tienes un buen tono muscular.