Estrenamos el mes de junio con una receta muy fácil y muy sana. El único secreto es escoger ingredientes de calidad y personalizarla, porque hay muchas versiones. En realidad, el empleo de la palabra tartar se aplica a platos de carne o pescado picado, crudos y adobados, por lo que no es del todo correcto. Pero en muchos restaurantes se ha puesto de moda y la idea ha ido ganando terreno. Así que, si todavía no lo has probado, te animamos a hacerlo en casa.
Una de sus principales ventajas es que se puede preparar en 15 minutos. Eso sí, no vale cualquier tomate. Es importante que tenga un tamaño relativamente grande para que podamos disponer de una cantidad generosa de pulpa, y que sea dulce y carnoso, como el tomate Raf, el Monterosa o el Cuor de bue. Si está fresquito mejor, además se puede trocear de forma más fácil. Otra opción es utilizar el tomate de pera o la variedad pimiento, que son muy dulces. Un consejo: pruébalo siempre antes de elaborar el plato, para comprobar que el tomate está en su punto en cuanto al sabor y la madurez.
Respecto al valor nutricional, el tomate es un alimento rico en agua, por lo que es un plato muy hidratante y refrescante, ideal para el verano. Destaca especialmente por su contenido en provitamina A y vitamina C. También aporta licopeno, un pigmento vegetal de acción antioxidante, antiinflamatoria y protectora de la salud cardiovascular. Importante: es un plato que debe prepararse y servirse al momento, porque en la nevera pierde sabor y el tomate se puede ablandar.
Ingredientes (2 personas)
- 3 tomates grandes y maduros
- Cebolleta
- Alcaparras
- 2 tomates secos en aceite
- Pimienta (opcional) y sal
- Hierbabuena fresca
- 50 g de piñones crudos
Aliño: Vinagreta casera
- Aceite de oliva virgen extra (que tenga carácter)
- Vinagre de manzana
- Zumo de lima
- Mostaza en grano
Elaboración
- Pela los tomates y córtalos en dados. Deja que se escurran en un escurridor y reserva el jugo sobrante.
- Trocea el tomate seco y corta las cebolletas y las alcaparras en cuadraditos muy pequeños (cortar en brunoise, se llama la técnica). Reserva
- Prepara el aliño: vierte en un bol amplio dos cucharadas de aceite de oliva virgen, sal, una cucharada de vinagre de manzana, un poquito de zumo de lima y mostaza en grano. Las cantidades van un poco en función del gusto y el número de comensales. Remueve y ves probando y rectificando, para equilibrar los ingredientes. Añade hierbabuena picada muy fina
- Incorpora en el bol el tomate seco, las alcaparras, las cebolletas y un poquito de pimienta (opcional)
- Remueve la mezcla y prueba de nuevo el sabor. Si resulta ácido, añade un poco más de vinagre
- Cuando el sabor te resulte equilibrado, añade el tomate fresco troceado, remueve el conjunto y deja que repose 5 minutos
- Cuela la mezcla e incorpora el jugo inicial del tomate fresco, Remueve un poco todos los ingredientes y deja que repose un minuto
- Coloca el tartar en el interior de un molde de aro sobre los platos para darle la forma circular. Extrae el aro y comprueba que queda compacto
- Para decorar, puedes utilizar perlas de aceite de oliva con un matiz picante, los piñones crudos y unas hojas enteras de hierbabuena
¡Buenísimo!