Las galletas de jengibre y canela son un dulce tradicional en todas las panaderías del norte y del centro de Europa, pero en Navidad cobran un especial protagonismo. Su origen se remonta a varios siglos atrás, ya que la raíz de jengibre se cultivó por primera vez en China, y se introdujo en Occidente a través de la ruta comercial de la seda.
Al principio el jengibre se usaba como conservante. Más tarde los monjes lo utilizaron para elaborar pan, y a partir de ahí se empezó a añadir a las galletas. Pero era un ingrediente difícil de conseguir, por lo que a esos dulces solo podían acceder las familias más acomodadas. De hecho, los gingerbread con forma de personajes fueron un invento de la corte de Inglaterra para agasajar a los invitados. De ahí surgió la costumbre de regalarlas a las visitas y poco a poco se convirtió en una tradición navideña.
En este post, te proponemos una versión más saludable a la clásica, en la que hemos sustituido la mantequilla por aceite de oliva virgen extra, y el azúcar por la pulpa de un dátil o, si lo prefieres, azúcar de coco (que tiene un índice glucémico más bajo). Para decorarlas, se suele utilizar una pasta elaborada con claras de huevo y azúcar glas. Una alternativa más sana es utilizar chocolate negro fundido y ralladura de naranja o de limón.
Ingredientes
Para la masa:
- 4 tazas de harina normal* (unos 500 g, aprox.)
- 10-15g de levadura en polvo
- 1 cucharadita de jengibre molido
- 2 cucharaditas de canela molida
- 1/4 cucharadita de clavo molido
- Media taza de aceite de oliva virgen extra (75 ml)
- 1 dátil o 150 g de azúcar de coco
- 1 huevo grande
*en caso de celiacos, puedes utilizar harina de maíz, o maicena
Elaboración
- Mezcla bien la harina con las especias. Añade el aceite y la pulpa del dátil triturada y remueve la mezcla hasta que se forme una masa. Incorpora el huevo batido.
- Si ves que queda un poco pegajosa, añade algo más de harina hasta que quede un poco más firme (pero no mucha porque después al hornearlas las galletas podrían quedar duras).
- Coloca la masa en una bolsa de plástico con cierre hermético y guárdala en un lugar fresco (pero no en la nevera) al menos unas dos horas, aunque puede estar un poco más.
- Pasado ese tiempo, estira la masa con un rodillo sobre papel de horno. Procura que no quede ni muy gruesa ni muy fina.
- Una vez estirada, ya puedes utilizar los moldes para hacer las formas que más te gusten.
- Coloca las galletas sin quitar el papel de la base sobre una bandeja ancha que se pueda introducir en el horno.
- Precalienta el horno un par de minutos a 180ºC e introduce las galletas. Si son más grandes pueden tardar de 5 a 11 minutos, Si son pequeñas o más finas, de 6 a 8. El tiempo depende del grosor y de la potencia del horno.
- Una vez hechas, deja que se enfríen (15-30 minutos). Pasado ese tiempo, llega la parte más creativa: ¡decorarlas!
Para decorarlas:
Hay que hacer una mezcla de clara de huevo y azúcar glas que se endurece al secarse. Si es posible, compra las claras pasteurizadas.
- 75 g de clara de huevo pasteurizada
- 450 g de azúcar glas
- 5 gotas de zumo de limón
Bate las claras en la batidora a velocidad baja para que no entre el aire hasta que espumen y añade poco a poco el azúcar.
Cuando hayas añadido casi todo el azúcar incorpora el limón. Para saber si está en su punto justo, vierte un poco de la mezcla en una boquilla fina y presiona con el dedo para que salga: dibuja dos líneas y haz que se crucen: si se funden, hay que agregar más azúcar.
Una vez que tenga la consistencia deseada podemos añadir algunos colorantes comestibles, para que los niños los utilicen para dibujar. Hay que añadirlos poco a poco para no pasarse con el color.
Para hacer los dibujos, necesitarás una manga pastelera para cada color, así que es mejor que sean desechables, Para hacer el contorno y los detalles (botones, bolitas para el árbol, la nariz del reno) podemos utilizar una manga de boquilla más fina. Si quieres pintarlas (el árbol o las estrellas) deberás utilizar una boquilla más ancha. Hay que hacerlo siempre desde el centro hasta los bordes. Utiliza un pincel con agua para no pasarte del contorno.
¡A disfrutar de la Navidad!