El mes de septiembre se asocia al final del verano, pero todavía quedan muchos días luminosos por delante y el tiempo suele ser agradable y más estable que en agosto, por lo que aún podemos comer y cenar al aire libre y tomar ensaladas, que son fáciles de preparar, como la que te proponemos en este post.

Se trata de un plato muy nutritivo, que tiene como base la quinoa, un pseudocereal por el que apuestan los defensores de la dieta natural y saludable, ya que tiene un elevado porcentaje de proteínas y es el único alimento vegetal que contiene todos los aminoácidos y vitaminas esenciales. Además, posee un índice glucémico bajo y no contiene gluten, por lo que puede ser consumido por personas con diabetes y celíacas. La quinoa también es rica en minerales, como el hierro (60 g aportan casi la mitad de las necesidades diarias de este mineral), magnesio, fósforo, cinc y potasio, y contiene vitaminas B2 y B3, fibra y ácidos grasos omega 3, que favorecen la salud cardiovascular.

La berenjena contiene un 90% de agua y mucha fibra, por lo que es aconsejable en dietas bajas en grasas; además, tiene un efecto diurético y depurativo. En cuanto a las espinacas, son ricas en vitaminas C, E, A, carotenos, ácido fólico y vitaminas del grupo B, pero contienen oxalatos, que favorecen la formación de piedras, por lo que no se recomienda su consumo a personas con predisposición a la formación de cálculos renales.

Ingredientes

  • 1 berenjena mediana
  • 150 gramos de quinoa
  • 100 gramos de espinacas baby frescas
  • aceite de oliva virgen extra
  • el zumo exprimido de medio limón
  • sal al gusto
  • comino, cúrcuma y pimienta al gusto

Elaboración

  1. La berenjena contiene una sustancia alcaloide denominada solanina que es tóxica si se consume cruda, pero que la cocción inactiva. También puede resultar amarga, por ello, antes de consumirla es importante lavarla bien, cortarla en rodajas o láminas y dejarla reposar unos minutos en agua con sal. 
  2. Lava la quinoa y hiérvela unos 15 – 20 minutos. Una vez cocinada, deja que se escurra y resérvala.
  3. Lava las espinacas frescas (si es necesario, si las compras en bolsa suelen venir ya listas para su consumo), y deja que se escurran en el colador. También puedes saltearlas unos segundos en una sartén.
  4. Pon un poco de aceite de oliva virgen en la sartén y cuando esté caliente, fríe las berenjenas a la plancha, tapadas y a fuego lento, para que queden tiernas. Puedes trocearlas en dados cuando se enfríen un poco.
  5. Prepara una vinagreta con el zumo de medio limón, el aceite y las especias.
  6. En una ensaladera, vierte la quinoa y añade la berenjena cocida y las espinacas baby.
  7. Aliña a tu gusto y ¡lista para tomar!

Si quieres aumentar el valor nutritivo de este plato, puedes añadir queso fresco tipo mozzarela, burgos o feta. ¡Buen provecho!