Esta ensalada de aguacate y tomate es fácil, vistosa, versátil, nutritiva y muy rica en antioxidantes. Pero lo mejor es ¡que está buenísima!, y que es un entrante súper saludable para cualquier comida o cena de verano. Además, el aguacate y el tomate combinan de maravilla, porque la cremosidad del primero se compensa con la jugosidad del segundo, y la albahaca le da ese puntito refrescante y aromático que lo convierte en un plato gourmet. En fin, que en cuanto lo pruebes, no te cansarás de repetirlo.

Pero para que sea un plato diez, es fundamental elegir productos de calidad y que estén en el punto justo de maduración, y prepararlo justo antes de servir. La razón es que la pulpa del aguacate se oxida fácilmente y el tomate en verano no aguanta mucho tiempo, y en la nevera pierde sabor. La oxidación del aguacate se debe a su contenido en ácidos grasos que, al exponerse al aire libre, reaccionan con el oxígeno produciendo unos compuestos que lo oscurecen. Verter unas gotas de limón sobre la pulpa ayuda a retrasar este proceso, pero no lo impide.

En cuanto al valor nutricional de este plato, debes saber que aunque el aguacate es un alimento rico en grasas, la mayor parte son insaturadas y, por tanto saludables, ya que no aportan colesterol. También destaca su alto contenido en vitamina E y minerales como el potasio y el magnesio. Además, contiene vitamina C, vitaminas del complejo B, vitamina A y ácido fólico. Eso sí, es rico en calorías, por lo que, si quieres bajar de peso, debes tomarlo con moderación. En cuanto al tomate, aporta hierro y contiene licopeno, un antioxidante más potente aún que la vitamina E, y es rico en vitamina A, agua y fibra, que favorece el tránsito intestinal. La albahaca, además de aportar aroma y sabor, estimula el apetito y favorece la digestión, y contiene sustancias, como las saponinas, de acción antibacteriana.

Ingredientes (para 4 personas)

  • 4 tomates maduros de tamaño grande
  • 2 o 3 aguacates en su punto
  • Albahaca (hojas frescas)
  • Aceite de oliva virgen extra al gusto
  • Sal al gusto
  • Zumo de limón (un limón exprimido)

Preparación

  1. Lava bien los tomates y sécalos con un papel de cocina. Córtalos en cuadraditos o bien en láminas finas, como más te guste, y colócalos en el centro de una fuente alargada.
  2. Para preparar el aliño, vierte sobre un recipiente tres o cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra y el zumo de medio limón. Remueve bien la mezcla, añade un poquito de sal al gusto y reserva.
  3. Haz un corte lateral y abre los aguacates por la mitad, elimina el hueso con una cuchara, córtalos en forma de láminas y colócalos en el borde exterior de forma circular, rodeando a los tomates.
  4. A continuación, corta y trocea una parte de las hojas de albahaca y espolvoréalas sobre el tomate que has colocado en el centro de la fuente, vierte el aliño por encima y decora finalmente el conjunto con el resto de las hojas frescas enteras. Si la cena es más informal, este plato también se puede servir en 4 bols o cuencos individuales, cortando los tomates y el aguacate en forma de cuadraditos.

Es perfecto para acompañar platos de pescado al horno, al vapor o a la plancha y, si no te apetece cocinar y prefieres tomarlo como plato único, puedes añadirle mozzarela fresca o burrata y semillas de sésamo… ¡Irresistible!