A pesar de su mala imagen, no todas las grasas son malas. Son un nutriente necesario que aporta energía para que el cuerpo pueda realizar diferentes funciones, por lo que no deberían excluirse de la dieta. El problema es que, en general, se desconocen las diferencias que hay entre los diferentes tipos de grasas y cuál es su función, así como qué alimentos aportan grasas saludables y qué porcentaje debe contener la dieta. Además, muchos alimentos de origen industrial que consumimos habitualmente contienen grasas añadidas poco saludables, lo que a largo plazo puede tener un efecto perjudicial en la salud y en el peso. Por eso es importante saber diferenciarlas para alimentarse bien. En este post, Natàlia Pérez Llauradó, nutricionista de Dexeus Mujer, aclara algunas dudas básicas:

¿Qué son exactamente las grasas?  
Son un tipo de macronutrientes que podemos obtener de los alimentos y que aportan energía. Por cada gramo de grasa, obtenemos unas 9 Kcal.
¿Cuál es su función?
Además de suministrar energía, proporcionan aislamiento térmico, son necesarias para transportar algunas vitaminas liposolubles, como la D, participan en la producción de hormonas, como la testosterona y los estrógenos, y forman parte de la membrana de todas nuestras células.
¿Por qué nuestro cuerpo las acumula?
Porque una de sus funciones es la de reserva energética. Cuando nuestra ingesta de calorías supera el gasto calórico diario, el cuerpo la acumula.
¿A qué se debe que algunas personas acumulen el exceso de grasa en el abdomen y otras en la cadera o las piernas?
Hay diferentes factores que lo determinan como la genética, las hormonas (los estrógenos tienden a acumular grasa en la periferia en cambio la testosterona de los hombres en la parte abdominal), la alimentación por supuesto (un incremento de grasas saturadas y azúcares pueden aumentar los niveles de grasas corporales), la edad (a más edad más grasa y menos masa muscular), el estrés (favorece la acumulación de grasa abdominal), y patologías que afectan al metabolismo como el hipotiroidismo.
¿Por qué algunas grasas son saludables y otras no?
Las grasas que podemos encontrar de manera natural en los alimentos se clasifican en: ácidos grasos saturados (AGS) y ácidos grasos insaturados (AGI). Los AGS son grasas que se asocian con enfermedades cardiovasculares, ya que aumentan los niveles de colesterol LDL (malo) en sangre si su consumo en la dieta es excesivo. Los AGI, contrariamente, tienen beneficios puesto que aumentan el colesterol HDL (bueno) reduciendo, de este modo, los niveles de LDL en sangre y algunos tienen propiedades antiinflamatorias como los Omega 3. Por otro lado, están los ácidos grasos trans (AG trans), un tipo de grasas que se crean con el proceso industrial de hidrogenación de grasas insaturadas, cuyo consumo aumenta el riesgo de arteriosclerosis. Los ácidos grasos insaturados son líquidos a temperatura ambiente. La hidrogenación es un proceso que aplica para que estas grasas sean más resistentes a la autooxidación y el calentamiento y los productos duren más. Pero el resultado es que se convierten en grasas no saludables.
¿Cuáles son las grasas más saludables y en qué alimentos se encuentran?
Las grasas más saludables son las insaturadas. Las podemos encontrar, sobre todo, en alimentos de origen vegetal, como el aceite de oliva, el aguacate, las semillas y los frutos secos. En los de origen animal, están presentes en el pescado azul.
Y, al revés: ¿cuáles son las menos saludables y en qué alimentos se encuentran?
Las grasas saturadas y las grasas trans, cuyo consumo debemos limitar. Las primeras se encuentran de forma natural en la carne, huevos, productos lácteos enteros y sus derivados (quesos, yogur, nata, mantequilla) y en la grasa de coco o de palma. En el caso de las grasas trans, las encontraremos sobre todo en productos ultraprocesados.
¿Por qué el exceso de grasa en el cuerpo se asocia con enfermedades?
No toda la grasa acumulada se asocia con enfermedades. La grasa que más problemas da sería la grasa visceral, que se acumula en partes más internas de nuestro cuerpo, rodeando órganos. Se ha visto que este tipo de grasa desencadena sustancias proinflamatorias que a la larga favorecen un estado crónico de inflamación de bajo grado y posteriormente la aparición de enfermedades crónicas, como la enfermedad cardiovascular
¿Qué es peor para el cuerpo: el exceso de grasa o el exceso de azúcar?
Yo diría que las dos cosas. El exceso de grasa a la larga acaba desarrollando enfermedades como por ejemplo enfermedad cardiovascular, dislipidemias, obesidad, sobre todo si el tipo de grasa en cuestión es grasa visceral. Por otro lado, el exceso de azúcar puede favorecer a la larga la aparición de una resistencia a la insulina y posterior diabetes mellitus tipo 2. Además, el exceso de azúcares en la dieta también favorece el exceso de grasa corporal, ya que este azúcar que no se utiliza en forma de energía acaba en los depósitos de grasa de nuestro cuerpo.
Los alimentos que se anuncian como a semi, light, bajos en calorías o sin azúcar¿ son más saludables que los que no lo son?
Depende. Se tiene que mirar todos los ingredientes del producto en sí. Si son bajos en grasa pero altos en azúcares (por ejemplo el jamón dulce bajo en grasa) para mí no es más saludable, En cambio, una leche desnatada o un queso fresco bajo en grasa para una persona con hipercolesterolemia si sería más saludable. En cuanto a los alimentos bajos en azúcares o “sin azúcares” tenemos que mirar también si llevan edulcorantes. Hoy en día la Organización Mundial de la Salud (OMS) asocia el consumo habitual de edulcorantes con el incremento de sufrir enfermedades como la diabetes.

Esperamos que este artículo te haya resultado útil. No obstante, en circunstancias especiales, como durante el embarazo, la infancia, la adolescencia, la menopausia, problemas de tiroides o enfermedades crónicas, es fundamental consultar con un experto.