La alcachofa viene a convertirse en un verdadero y auténtico manjar para muchos, y puede ser un alimento adecuado en dietas de adelgazamiento, ya que puede ayudar a perder peso y a bajar esos kilos de más.

La hoja de la alcachofa contiene magnesio, potasio y esteroles, los cuales actúan en cierta sinergia con la cinarina, una sustancia tanto aromática como amarga. Eso sí, la alcachofa presenta una importantísima actividad reguladora de la secreción biliar, estando indicada en casos de mala digestión de las grasas, ictericia e hígado perezoso. Ayuda a regenerar las células hepáticas, ayudando a combatir las sustancias tóxicas, y puede ser ideal en casos de hígado graso, a la vez que es capaz de reducir el colesterol alto. Además, la alcachofa puede convertirse en un excelente depurativo, ayudando a nuestro organismo a expulsar las diferentes toxinas y sustancias que no necesita.

Ingredientes:

4 alcachofas medianas

Para la vinagreta:

  • 1/2 cebolla
  • 1/2 calabacín
  • 1/2 pimiento rojo
  • 1 limón
  • sal y pimienta
  • aceite de oliva

Preparación

Hervir las alcachofas enteras sin limpiar en una olla grande con 2 rodajas de limón. Cocer a fuego medio durante 15 minutos. Retirar y dejar escurrir las alcachofas.

Una vez las alcachofas se han enfriado, limpiar las hojas exteriores, abrirlas como si fueran una flor (se abrirán fácilmente al estar cocidas) y salarlas. Poner a dorar las alcachofas boca abajo en una sartén al fuego con un chorrito de aceite de oliva. Retirar y reservar.

Para preparar la vinagreta picaremos el pimiento, el calabacín y la cebolla muy finos. Poner en un bol 5 cucharadas de aceite de oliva, el zumo de medio limón y las verduras picadas. Remover muy bien y servir la vinagreta por encima de las alcachofas.