Quizás son tus primeras Navidades embarazada o quizás ya viviste la experiencia con un embarazo anterior pero, sea como sea, Navidades y embarazo son un mix de lo más explosivo: sentimientos a flor de piel, familia a tope, comilonas y regalos. Todo girando en torno al bebé que va a llegar y a ti durante unos cuantos días. Pero tranquila, puedes salir airosa de esta súper experiencia si sigues estos simples consejos, ¿ok?

  1. HAZ ACOPIO DE FRUTA Y VERDURA

Sí, en serio, porque no va a hacer falta que te quedes sin la cena de Nochebuena o sin la comida de Navidad. O que no pruebes los canelones de tu suegra el día de San Esteban. Que es cierto que estando embarazada te has de cuidar más que nunca, para intentar no ganar más peso del recomendable, pero mujer, en esta vida todo es cuestión de equilibrios, así que si quieres poder comer el roscón de Reyes sin remordimientos hazme caso: los días en los que preveas una comilona, luego compensas desayunando fruta y unos cereales integrales y cenando verduras al vapor o pescadito a la plancha. Por tanto, el tema es sencillo: las comidas que hagas en casa, tranquila, siempre como si estuvieses de dieta, y el desayuno, en general, a base de fruta. Porque no sé que pasa en estos días festivos, pero todos tendemos a aparcar la fruta y la verdura, ¡y no puede ser!

  1. NO TE OLVIDES DE UNAS ZAPATILLAS DE DEPORTE

Un poco en la misma línea que el primero de los consejos: si ya sabes que vas a hacer alguna comida más abundante de lo normal, te va a tocar moverte un poquito para equilibrar, ¿de acuerdo? Cálzate unos zapatos cómodos después de la comilona de Navidad y ves a dar un buen paseo en vez de quedarte en el sofá de casa picando turrón, o el día de Nochebuena, antes de la cena, ¿qué mejor que irte a caminar un ratito para disfrutar del ambiente navideño que se respira por la calle? Si además en estas fechas tienes algunos días de vacaciones y hacéis una escapada a la montaña, aprovecha para hacer excursiones de una o dos horas, te sentarán genial.

  1. ACUÉRDATE DE TI

No hace falta que todos los regalos que te hagan el Papá Noel o los Reyes sean para el bebé que está en camino. Está claro que te va a hacer muchísima ilusión que te regalen ropita para el bebé, o que te va a resultar muy cómodo que los reyes te traigan el Maxi Cosi. Pero oye, ¿y la ilusión de recibir un regalo para ti? Pues eso, que también existes, que te acuerdes de ti, y pide en la carta alguna cosita que te apetezca, algún capricho, seguro que luego te hace un montón de ilusión ver que sus majestades te han traído un regalo sorpresa y que, por fin, es para ti, solo para ti.

  1. ACEPTA QUE HABRÁ COSAS “PROHIBIDAS”

Que sí, chica, estar embarazada implica renunciar a ciertas cosas durante unos meses, que normalmente lo llevamos más o menos bien, pero claro, cuando coincide en épocas de celebraciones y comidas especiales cuesta un poco más, lo sé. En fin, en el fondo son cuatro cosas las que has de recordar, y ya verás que luego te supondrá menos esfuerzo de lo que creías:

  • Nada de alcohol, en serio. Nada de eso de “un poquito para brindar” o “por una copita de vino no pasa nada”. Con el alcohol, tolerancia cero en el embarazo. Búscate alternativas: mosto para brindar en fin de año, tónica con limón para el momento gin-tonic o cerveza sin alcohol para el aperitivo.
  • Evita el marisco crudo, así que pasando de ostras y similares, ¿ok? Los que están cocidos los puedes tomar sin problemas.
  • Cuidado con el foie, el salmón ahumado, el huevo hilado y todas esas exquisiteces que se ponen “raras” enseguida. No conviene abusar de los ahumados, pero si tienes capricho, que sea justo recién abierto, que tenga una pinta excelente, ¿ok?
  • No tomes quesos cremosos o que no estén pasteurizados, y ten cuidado con las sobras de comida. Si te llevas a casa un tupper con la comida que sobró del día de Nochebuena, caliéntala muy bien antes de comértela otro día, ¿de acuerdo?
  1. INNOVA EN LOS APERITIVOS

Porque sí, las comidas típicas de estos días no hace falta que te las saltes, pero en el aperitivo sí que es un momento para que evites calorías innecesarias. Cambia las patatas fritas por sticks de zanahoria con hummus, por ejemplo. Y destierra los pinchos de tortilla o las croquetas, prueba con unas nueces o unos chips de frutas, por ejemplo.

  1. NO COMPRES TURRONES O POLVORONES

No hace falta que tengas el Suchard en casa desde el día 1 de diciembre hasta el 10 de enero, ni que llenes tu despensa de mantecados o dulces típicos navideños. ¿Turrón? Sólo un poquito los días más señalados, el resto de días mejor evitar tentaciones en casa, ¿no te parece? Intenta también incluir algo de fruta como postre en las comilonas, y no piques dulces entre horas. ¿Lo mejor para evitar estas calóricas tentaciones? ¡No comprarlas!

  1. RELATIVIZA LOS COMENTARIOS SOBRE TU EMBARAZO

Ya verás, tu embarazo y tú seréis el centro de muchas conservaciones navideñas: que si yo estando de lo mismo que tú tenía menos barriga, que a mí si me dejaban tomar una copita de vino, que te veo la barriga muy baja y eso es que se te va a adelantar o que si la acidez es porque el bebé tiene mucho pelo. No hace falta que entres en discusiones ni mucho menos, la gente te contará su parto o sus experiencias del embarazo, opinarán sobre el tuyo o te harán comentarios sin intención de molestarte, sólo porque te querrán ayudar. Tú escucha, tranquilamente, pero luego no te lo tomes todo al pie de la letra. Tu embarazo es tuyo, cada uno es diferente, y lo que era válido para tu cuñada hace diez años, por ejemplo, no tiene por qué ajustarse a tu realidad actual.

Pues hasta aquí los trucos básicos de supervivencia a la Navidad para una embarazada. y recuerda: lo importante es el equilibrio y la compensación, ¿ok?

¡FELIZ NAVIDAD, FUTURA MAMÁ!