Convivir con la endometriosis no siempre es fácil, ya que es una enfermedad que suele provocar dolor e inflamación. Este hecho puede afectar tanto a nivel físico como anímico y hacer que resulte más difícil llevar a cabo actividades que otras mujeres realizan con normalidad, como la práctica de deporte, tener unas relaciones sexuales satisfactorias o una buena calidad de sueño.

Por suerte, hay tratamientos médicos que pueden ayudar a controlar el dolor. Los más habituales son los hormonales y antiinflamatorios. Pero también podemos incorporar hábitos saludables en nuestro día a día para ganar bienestar personal. De hecho, “es algo que cada vez nos piden más las pacientes, y que recomendamos”, explica la Dra. Núria Barbany, ginecóloga experta en endometriosis de Dexeus Mujer.

La fisioterapia, la acupuntura, la dieta antiinflamatoria y el apoyo psicológico son medidas complementarias de gran ayuda. Además, «para la paciente es bueno, porque ve que puede enfrentarse a la enfermedad de una forma diferente y adoptar una actitud colaboradora y proactiva”, añade. Se pueden ir probando, en función de las necesidades, así como de la evolución de la enfermedad. En este post te ofrecemos consejos que pueden ser útiles para tratar de forma complementaria algunos problemas asociados a esta patología:

Para mejorar las relaciones sexuales. El principal origen del problema suele ser el dolor que provoca la penetración y el malestar y la falta de deseo que conlleva. Este hecho se puede abordar con la ayuda del apoyo psicológico, y también la fisioterapia si se le suma un problema de vaginismo o dolor pélvico crónico. También puedes consultar a una ginecóloga especializada en sexualidad que conozca los problemas asociados a la endometriosis.

Para disminuir el dolor. Desde la fisioterapia, “podemos informarte de los diferentes tratamientos que podrían ser útiles para aliviar síntomas de la endometriosis, combatir las adherencias, el dolor y la disfunción del suelo pélvico”, explica Marta Otero, fisioterapeuta de la Dexeus Mujer. “Pero debes acudir a una fisioterapeuta que conozca la sintomatología de esta patología”, añade Marta. Además, existen diferentes técnicas de relajación que pueden ayudar.

Para reducir el estrés y la ansiedad. Para manejar el estrés y la ansiedad existen técnicas de respiración, relajación y meditación. “Se pueden combinar y una vez las aprendes puedes practicarlas cuando las necesites: por la mañana, para afrontar el día más tranquila, por la noche, para favorecer el descanso y desconectar”, explica Sandra Garcia Lumbreras, responsable de la Unidad de Psicología de Dexeus Mujer. También ayuda practicar ejercicio moderado de forma regular y adaptado a los gustos y capacidades de cada paciente. En principio no hay ningún ejercicio que esté contraindicado. Asimismo, existen terapias de apoyo psicológico, como la reestructuración cognitiva, que trabajan el no anticipar los pensamientos negativos.

Para combatir la fatiga. Se cree que la causa del cansancio asociado a esta enfermedad podría ser que una activación del sistema inmune por un estado de inflamación permanente, así como por una menor calidad del sueño y el desgaste emocional que provoca convivir con la enfermedad. Para combatir la fatiga crónica puede ayudar realizar alguna actividad física que contribuya a mejorar los niveles de energía corporal, seguir una dieta que reduzca la inflamación, practicar técnicas de relajación y respiración profunda, que mejoran el bienestar físico y mental, y realizar actividades que nos centren en el presente y permitan dejar de lado las preocupaciones, como el yoga.

Para reducir la inflamación. Aunque no se conocen muy bien todos los mecanismos relacionados con esta reacción, se sabe que el estrés, el sedentarismo, una dieta inadecuada o algunos hábitos tóxicos, como el consumo de tabaco y alcohol, favorecen los procesos inflamatorios. “Por este motivo, se aconseja seguir una dieta antiinflamatoria”, explica Xus Murciano, responsable de la Unidad de Nutrición de Dexeus Mujer. Se basa en dar preferencia a los alimentos integrales, de acción antioxidante y de origen vegetal y evitar el consumo de alimentos procesados, enlatados, precocinados, los hidratos de carbono refinados y azúcares. En realidad, la base de la dieta antiinflamatoria es la dieta mediterránea. En este post de nuestro blog encontrarás más información.

Para ganar bienestar mental. Un aspecto importante es contar con una red social de apoyo: personas que puedan entenderte, tanto a nivel médico y profesional, como otras personas afectadas que te comprendan (asociaciones o pacientes) con las que puedas compartir experiencias. “En nuestro centro impartimos talleres en grupo que resultan muy útiles para normalizar y dar estrategias para hacer frente a la enfermedad”, explica Sandra G Lumbreras. También es importante expresar las emociones y aprender a pedir ayuda cuando la necesitas. ”A diferencia de una persona que, por ejemplo, se ha roto una pierna o un brazo, la endometriosis no es una enfermedad visible, y eso hace difícil que otros comprendan el dolor que puedes sentir o cómo te puede afectar. Nosotros recomendamos algunas pautas para poder transmitir los sentimientos y expresar las necesidades de forma que el entorno social sea más receptivo y la paciente pueda recibir más apoyo”, añade Sandra.

¡Esperamos que este post te haya resultado útil!

Si quieres ampliar la información, puedes consultar a nuestro equipo de la Unidad de Endometriosis. También ofrecemos talleres específicos de forma periódica para tratar todos estos aspectos.