La mayoría de los que tenemos hijas que han cumplido los 11 o 12 años, o más mayores, sabemos que, en Cataluña, y desde hace unos años, se administra la vacuna del virus del papiloma humano (VPH) a todas las niñas de 6º de primaria para prevenir el cáncer de cuello de útero. La vacunación se hace a esta edad para protegerlas antes de que empiecen a tener relaciones sexuales, ya que el VPH es una infección de transmisión sexual (ITS) muy frecuente. De hecho, se calcula que un 80% de las personas que mantienen relaciones sexuales se infecta de VPH alguna vez en su vida. Pero como no suele provocar síntomas, puede pasar desapercibida.
Por suerte, el VPH desaparece de forma espontánea en más de un 90% de los casos y no causa problemas de salud. Pero hay veces que persiste y puede llegar a provocar lesiones, verrugas y, si se trata de las variedades del virus más peligrosas, derivar en un cáncer. Por eso es importante hacerse revisiones periódicas, con el fin de detectarlo de forma precoz y prevenir su desarrollo.
Si solo tienes niños o hijos menores de esa edad es probable que no estés tan informada sobre este tema, porque a ellos no se les vacuna, ya que, en general, se considera que las jóvenes están más expuestas al riesgo de desarrollar un cáncer por esta causa que los chicos y, además, el hecho de que la vacunación se realice de forma generalizada a las preadolescentes es una forma indirecta de prevenir que el VPH pueda extenderse.
Sin embargo, la Asociación Española de Pediatría (AEP) y muchos expertos en ITS recomiendan aplicar la vacuna contra el VPH también a los chicos preadolescentes – Calendario de vacunaciones AEP 2019 – preferentemente antes de los 12 años, ya que además del cáncer de cérvix, vulva y vagina, el VPH puede provocar cáncer de pene, ano, boca y garganta (orofaringe). Estos últimos afectan más a los hombres que a las mujeres y, en los últimos años, han experimentado un aumento, un hecho que se atribuye, en parte, a la práctica de relaciones sexuales orales sin protección. De acuerdo con los datos facilitados por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) – Informe «Las cifras del cáncer en España 2018» -, solo en el año 2017 se detectaron más de 4.300 nuevos casos de boca y cavidad oral, y 3.424 de cáncer de laringe, frente a los 2.584 de cérvix. Y en el Reino Unido los cánceres de boca y orofaringe son los que están creciendo a una velocidad más rápida.
No siempre están relacionados directamente con el VPH, pero la presencia del virus del papiloma humano es un factor de riesgo, por lo que es importante tomar medidas preventivas. Sobre todo, si tenemos en cuenta que no se realizan chequeos de forma regular para detectar estos cánceres en hombres.
En Estados Unidos, Canadá, Israel y algunos países de Europa, como Italia, Noruega, Austria y el Reino Unido, hace tiempo que se ha puesto en marcha o se está promoviendo vacunar a la población masculina contra el VPH de forma generalizada, ya que se considera una discriminación excluirla del programa de vacunas establecido. Además, el argumento de la protección indirecta por la vacunación femenina no es una garantía, ya que entre un 15 y un 20% de la población femenina queda fuera de estos programas. Por tanto, el riesgo de contagio del VPH se mantiene, especialmente en los jóvenes de entre 16 a 35 años, que son los que, además, suelen cambiar de pareja sexual con mayor frecuencia. La buena noticia es que las vacunas actuales, que están disponibles en España, han demostrado excelentes resultados frente al VPH.
Teniendo en cuenta que los recursos sanitarios son limitados, la decisión de aplicar la vacuna de forma generalizada a chicas y chicos se ha planteado también en términos económicos, y en la relación coste adicional-beneficios las cifras inclinan la balanza, con ventaja, hacia la vacunación. Pero más allá de los números, se trata de un problema de salud y de igualdad, sobre el que es importante actuar.
Si tienes hijos y te interesa este tema, puedes pedir consejo en nuestra Unidad de Salud del Varón. Y si tienes dudas, ¡déjanos un comentario!