Afrontar el cáncer no es fácil. Por suerte, muchas veces se supera o se puede tratar como una enfermedad crónica. Todos conocemos algún caso. Pero a veces nos toca más de cerca y cuando se trata de un cáncer de ovario o de mama que afecta a alguna de las mujeres de la familia –una abuela, madre o hermana–, o a ti misma, es normal que te preguntes si es posible que sea hereditario, especialmente si tienes hijas.
En general, la mayoría de los cánceres de mama son esporádicos, así que, si solo ha afectado a un miembro de tu familia y esa persona es mayor de 50 años no es probable que su origen sea hereditario. De hecho, solo entre un 5% y un 10% de los cánceres lo son. Pero si son dos o más las mujeres afectadas, una de ellas lo desarrolló siendo joven o el cáncer afecta a más de un órgano (mama y ovario, por ejemplo) o ambas mamas, es probable que exista un factor hereditario que pueda aumentar la predisposición.
Todas tenemos en mente la decisión de Angelina Jolie, que optó por someterse a una doble mastectomía preventiva. Su testimonio se publicó en el New York Times hace casi seis años. La noticia tuvo un gran impacto mediático y aumentó de forma muy significativa la sensibilización hacia este tema. Pero eso no significa que tengamos que tomar una decisión tan drástica, ya que esta intervención es una cirugía compleja y solo se aconseja si el riesgo es muy alto, como ocurre cuando se detecta una mutación en unos determinados genes, denominados BRCA1 y BRCA2.
Estos genes inhiben los tumores malignos, pero cuando están alterados no desempeñan bien su función, lo que aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad. Las siglas BRCA vienen del término cáncer de mama en inglés (breast cancer) y su presencia eleva el riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario. Para comprobar si hemos heredado esa mutación u otras, hay que hacerse un test específico.
Si tienes dudas, lo primero que debes hacer es hablar con tu ginecóloga/o para que te indique si es necesario que realices una consulta específica para valorar el riesgo. En nuestro centro contamos con una Unidad de Riesgo Oncológico que valora los antecedentes familiares, pero también los hábitos y estilo de vida personales y si en la familia hay otras enfermedades que puedan relacionarse con algún síndrome hereditario. Si es así, es posible que te aconsejen realizar un test genético.
Actualmente existen muchos test que permiten detectar algunas mutaciones asociadas a diferentes tipos de cáncer. Pero hacerse esta prueba es algo que debe valorarse muy bien, ya que puede causar ansiedad o ser un motivo de preocupación. Además, el hecho de que el test dé positivo –es decir seamos portadores de una mutación concreta– no implica necesariamente que vayamos a desarrollar la enfermedad o que puedan hacerlo nuestras hijas, Y un resultado negativo tampoco garantiza que estemos libres de ella, ya que el cáncer es una enfermedad de origen multifactorial. ¿Por qué hacerlo, entonces? Pues porque permite conocer con mayor precisión el riesgo de forma individual, así como poner en práctica un conjunto de medidas específicas de prevención, control y diagnóstico precoz, que serán diferentes si somos portadores/as o no de la mutación.
De todos modos, si te encuentras ante esta situación lo que importa es que tomes la decisión que te ayude a estar más tranquila. No es fácil, por ello es muy importante que pidas toda la información que necesites y consultes todas tus dudas con el equipo médico.
¿Qué medidas de control y prevención se recomiendan?
Como medidas preventivas, se aconseja llevar un estilo de vida saludable, es decir, hacer ejercicio de forma regular, seguir una dieta equilibrada, baja en grasas y rica en frutas y verduras, y evitar algunos hábitos tóxicos como el tabaco.
Si eres portadora de una de las mutaciones en el gen BRCA1 o BRCA2 (o en otros genes que también se relacionen con el cáncer) deberás realizar un seguimiento de control específico y más frecuente, que se establece de forma individualizada en la consulta de riesgo oncológico.
¿En qué casos se aconseja la cirugía?
De acuerdo con las recomendaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la cirugía es la estrategia más efectiva para disminuir el riesgo de cáncer de mama y de ovario en mujeres portadoras de la mutación en el gen BRCA u otros genes, pero hay que valorar cada caso de forma individual. Si tienes dudas o quieres ampliar la información, puedes pedir una visita de asesoramiento genético.