Salud ginecológica: 5 síntomas que no debes pasar por alto

Además de las revisiones de control regular, los ginecólogos aconsejan a todas las mujeres que estén atentas y consulten cualquier irregularidad. Hay aspectos que tenemos muy claro, como la detección de un pequeño nódulo en el pecho. Pero hay otros a los que es posible dar menos importancia, como dolor pélvico, cambios en la menstruación o la secreción vaginal. Sin embargo, estos últimos pueden indicar la presencia de problemas ginecológicos que es importante diagnosticar y tratar, como infecciones, miomas o pólipos, aunque también otros trastornos más graves, como endometriosis, cáncer de endometrio o un embarazo ectópico, por lo que siempre se deben consultar. En este post, la Dra. Núria Barbany, coordinadora de la sección de Ginecológica quirúrgica de Dexeus Mujer, indica 5 síntomas que no debes pasar por alto:

Dolor en la zona abdominal-pélvica o genital. Si tus menstruaciones son muy dolorosas, tienes un dolor abdominal pélvico agudo, experimentas dolor durante o después de tener relaciones sexuales o molestias en la zona de los ovarios fuera de lo habitual para tu ciclo menstrual, debes consultar con tu ginecólogo o ginecóloga. Puede ser que la exploración sea normal, pero también puede estar relacionado con una patología orgánica del área genital: miomas, enfermedad inflamatoria pélvica, endometriosis, pólipos, quistes o patología ovárica. En general, el tratamiento es conservador, aunque algunos casos requieren cirugía.

Irregularidades menstruales o sangrado intermenstrual. Es cierto que la regla puede ser algo irregular, especialmente durante la adolescencia y la perimenopausia. Si utilizas anticonceptivos hormonales, también puedes experimentar algunas pequeñas pérdidas o manchar de forma puntual durante el tratamiento (spotting), sobre todo al empezar a utilizar el método. Si notas algo inusual para tu ciclo, un retraso de algunas semanas o ciclos menstruales demasiado cortos, debes consultar con tu ginecólogo/a para que compruebe si todo está bien y valore si es necesario hacer alguna prueba específica. En algunos casos puede ser un indicador de la presencia de un pólipo endometrial, un mioma uterino, un quiste ovárico, una inflamación del cuello uterino, un embarazo ectópico o incluso de una infección de transmisión sexual.

Hipermenorrea o sangrado muy abundante en la menopausia. En la perimenopausia pueden producirse algunos desarreglos o irregularidades menstruales hasta que finalmente la regla desaparezca. Un sangrado tras estar un año en amenorrea (sin reglas) es un motivo por el que consultar al ginecólogo/a para que valore la necesidad de realizar una ecografía o incluso histeroscopia, una exploración para asegurar que todo esté bien.

Cambios en el flujo vaginal: olor, color, cantidad, consistencia… Durante el ciclo menstrual es normal notar cambios. Se deben a las variaciones hormonales, que hacen que el moco cervical sea diferente. Sin embargo, un cambio inhabitual en la coloración, la consistencia o el olor puede ser un síntoma claro de una infección fúngica, bacteriana o vírica: candidiasis, vaginosis bacteriana, clamidia, gonorrea…

Cualquier irregularidad en las mamas: un nódulo o bulto, durezas, retracciones de la piel, secreción anormal en los pezones, dolor o alteración en el contorno mamario. Por suerte, más del 80% de las consultas por enfermedades de la mama se deben a patologías benignas, que no deben confundirse con un cáncer. En general, suelen ser alteraciones de tipo funcional, inflamatorio o infeccioso. Las lesiones más habituales son los quistes mamarios, y los fibroadenomas. Pero también pueden aparecer abultamientos de grasa en la piel –se denominan lipomas– y papilomas intraductales, un tipo nódulos benignos que se ubican en los conductos por los que se excreta la leche. En cualquier caso, es motivo de consulta, por lo que pide cita lo antes posible. En nuestro centro tenemos un módulo de urgencia (VUC) que te da cita en un plazo máximo de 24 horas.