Preeclampsia
El embarazo normal, se caracteriza por vasodilatación, aumento de la coagulación de la sangre y poca reactividad del tono de los vasos sanguíneos. En embarazos con peligro de desarrollar preeclampsia, se produce vasoconstricción e incremento del tono vascular que posteriormente provoca hipertensión y lesión de las células de la sangre (glóbulos rojos y plaquetas).
Definición y causas
Se llama preeclampsia a la presencia de hipertensión arterial >140/90, proteínas en orina >= 0,3gramos/litro en orina de 24 horas y retención de líquidos a nivel de todo el cuerpo (edemas), durante el embarazo.
La causa de la preeclampsia es desconocida, aunque conocemos perfectamente la secuencia de las distintas alteraciones, que produce en distintos órganos.
La preeclampsia es más frecuente en aquellas embarazadas cuyas madres padecieron dicha complicación durante su embarazo. También aumenta su frecuencia en embarazos múltiples, en el primer embarazo, en gestantes mayores de 35 años, en gestantes de ovocitos donados y en presencia de enfermedades del sistema inmunológico, entre otras situaciones.
Síntomas
La preeclampsia es una enfermedad que se inicia con el embarazo de forma asintomática. La enfermedad avanza de forma silenciosa, hasta que aparecen síntomas clínicos, y suele manifestarse desde las 20 semanas de amenorrea, hasta los 3 días posteriores al parto.
Los síntomas pueden ser cefalea, dolor de estómago, incremento excesivo de peso, valores de tensión arterial superiores a 140/90 y si se analiza la orina se detecta la presencia de proteínas.
La enfermedad puede adquirir distintos grados de gravedad, según las cifras de tensión arterial y la cantidad de proteínas eliminadas por la orina, así como por el grado de retención de líquidos.
Diagnóstico
Para entender mejor el diagnóstico de la preeeclampsia se divide la enfermedad en cuatro fases:
Fase asintomática no detectable:
No es detectable clínicamente, ni por el laboratorio. En ella no existe ni hipertensión, ni edemas, ni proteinuria. Sólo puede sospecharse por antecedentes y si al practicar una ecografía a nivel de las arterias uterinas, existe una mayor dificultad en el paso de sangre a dicho nivel (notch). Esta fase puede durar meses sin manifestarse.
Fase asintomática detectable:br /> Se puede detectar por el laboratorio por elevación del ácido úrico, elevación de enzimas hepáticas y a veces clínicamente por toma aislada de la tensión arterial (hipertensión) o alteración de la curva de peso. Puede durar semanas.
Fase clínica:
En esta fase aparece la triada característica, con presencia de hipertensión, edemas y proteínas en orina. Esta fase puede durar de días a horas antes de pasar a la cuarta fase.
Fase de complicaciones:
Después de la fase clínica, se describe una fase de complicaciones, que se caracteriza por la presencia de convulsiones (es cuando al cuadro se le denomina eclampsia), trastornos de coagulación, desprendimiento de placenta y alteraciones de la función renal.
Sin embargo, aunque las distintas fases tienen una secuencia característica, el paso de unas a otras es muy imprevisible, especialmente el paso de la fase clínica a la de complicaciones.
Tratamiento y Resolución
Esta enfermedad se cura al finalizar el embarazo. Por ello muchas preeclampsias no llegan a la fase clínica, porque el parto soluciona el problema.
Si la preeclampsia es leve y la edad de gestación es menor de 32-34 semanas, se ingresa a la embarazada para realizar controles del bienestar fetal, analíticas seriadas de la madre, así como instauración de dieta con poca sal y el tratamiento adecuado.
Mediante el control y el tratamiento específico, lo ideal es resolver el cuadro en la segunda o tercera fase, ya que la fase de complicaciones es muy grave.
Síndrome de HELLP
El síndrome HELLP es una enfermedad prácticamente desconocida por las embarazadas y de poca frecuencia, ya que el porcentaje de aparición a partir de los cuadros de preeclampsia es inferior al 2%.
Definición y síntomas
Desde finales del siglo XIX, se habían descrito episodios de preeclampsia atípicos, con cursos muy complicados. Estos cuadros clínicos fueron agrupados en el año 1982 por Weinstein con el acrónimo HELLP. HELLP son las iniciales inglesas de:
- H: Hemolysis (hemólisis).
- EL: Elevated Liver Enzimas (elevación de las enzimas hepáticas).
- LP: Low Platelets (plaquetas bajas).
El cuadro clínico del Síndrome de HELLP suele aparecer con sensación de malestar general grave, náuseas, vómitos o dolor de estómago intenso, e incluso a veces dolor a nivel del hígado. En ocasiones se producen alteraciones visuales o cefaleas, emisión de poca cantidad de orina u orina oscura, fiebre, etc.
Diagnóstico
El diagnóstico precoz del Síndrome de HELLP, se basa en los síntomas clínicos ya descritos, y en pruebas de laboratorio.
En las pruebas de laboratorio se pueden observar glóbulos rojos lesionados (en forma de rueda dentada, rotos, etc.), que darán lugar a hemólisis y, como consecuencia, aumentará la bilirrubina y, si las cifras son muy altas, provocará color amarillo de la piel (ictericia).
También se observa una disminución del número de plaquetas, entre 150.000 y 100.000 (HELLP clase III) o entre 100.000 y 50.000 (HELLP clase II) y menos de 50.000 (HELLP clase I).
Asimismo, existe una disfunción hepática con elevación de las enzimas hepáticas, transaminasas y lactodeshidrogenasa.
Todas estas alteraciones ocurren porque están lesionadas las células que recubren los vasos sanguíneos (endotelio), a nivel de todos los órganos, pulmón (fallo cardiopulmonar), cerebro (hemorragia intracerebral), hígado (rotura hepática) o fallo orgánico múltiple.
Tratamiento
El tratamiento del Síndrome de HELLP se basa en finalizar el embarazo.
Hay que valorar en primer lugar las condiciones maternas, debiendo poder ingresar a la embarazada en un hospital que disponga de una Unidad Cuidados Intensivos Maternos y de Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.
En segundo lugar, hay que valorar la condición fetal y tener en cuenta las semanas de gestación. Si la edad fetal es de unas 32 semanas de amenorrea, en un HELLP clase I menos de 50.000 plaquetas, se asistirá al parto en 24 horas. Si la edad gestacional es menor, se procurará madurar el pulmón del feto y estabilizar el HELLP, en ocasiones excepcionales, se podrá continuar el embarazo por espacio de 2 ó 3 semanas, ingresando a la madre en la Unidad de Cuidados Intensivos.
El tercer punto, será controlar la tensión arterial, si se hallara elevada y a continuación, se hará prevención de posibles convulsiones con sulfato de magnesio y se vigilará la función renal.
Parto y posparto
El síndrome de HELLP no supone que deba practicarse siempre una cesárea, pues dependiendo de las semanas de gestación y de la madurez del cuello uterino, se puede proceder a inducción al parto. Sin embrago, hay que reconocer que la tasa de cesáreas en esta patología se halla entre el 65% y el 90%.
En caso de cesárea la incisión abdominal en algunas ocasiones deberá ser vertical, ya que en esta patología concreta tiene menor riesgo de hemorragia e infección. En algunos casos se deberán transfundir plaquetas, si hay menos de 50.000 y concentrados de hematíes, si se produce hemorragia intensa.
La vigilancia de la madre deberá continuarse en el puerperio, a fin de evitar fallos multiorgánicos.
Las mujeres que hayan sufrido un síndrome de HELLP tienen un riesgo de repetición en próximos embarazos de entre el 20 y el 30%. Si la enfermedad se presentó antes del séptimo mes de gestación, el riesgo de repetición estará alrededor del 60%.
Preguntas frecuentes
¿Se puede tomar la píldora si se ha padecido previamente un síndrome de HELLP?
Sí, las embarazadas que han sufrido un síndrome de HELLP en general pueden utilizar anticonceptivos hormonales como la píldora, si no existen otros componentes que lo puedan desaconsejar.